Ya conté hace un tiempo como conocí a Samuel y Roxana viajando por la India hace justamente ahora tres años. En ese post relataba como nos conocimos y como los eché de menos cuando se fueron, pero como la intención del post era relatar mi primera salida del armario, me salté una de las más entrañables historias que he vivido en mis viajes.
La casualidad hizo que viajáramos juntos unos diez días por el Rajastán, pasando nuestros últimos días juntos en Udaipur, desde donde nos despedimos prometiendo vernos de nuevo en Madrid a mi vuelta. Sus vacaciones eran mucho más breves que las mías y yo me iba desviar por algunos pueblecitos del sur del Rajastán poco transitados por los extranjeros para disfrutar de una India más real. Ellos tenían ya sólo unos pocos días y querían dedicarlos a visitar tres de los lugares más emblemáticos de la India, Jaipur, Agra y Varanasi, a los que también acudiría yo, pero mucho más tarde.
Aproximadamente dos semanas después llegué a Varanasi (Benarés) tras haberme salido de la mayoría de rutas turísticas y dispuesto a dejarme empapar de la religiosidad de la ciudad más sagrada de la India. Varanasi vive de cara al río sagrado y toda la actividad de la ciudad bulle en torno a él. No se puede entender la ciudad sin el río. Y la India sin Varanasi.
Tras dejar la mochila en el hotel y ya a punto de anochecer, me dirigí hacia el río con intención de disfrutar del crepúsculo y una visión de la ciudad nocturna desde el río. En el silencio de la noche, sólo roto por el golpear de los remos sobre el agua recorrimos los fantasmagóricos ghats y nos dirigimos lentamente hacia la gran ceremonia de Aarti que se realiza todos los días al anochecer. Cientos de personas se congregan en tierra alrededor de los oferentes mientras multitud de barcas lo siguen desde el río. Los tambores resuenan en la noche acompañados de campanas, y el sonido cautivante de los mantras monótonos envuelven en un aura de respeto a los observadores que no pueden evitar sentirse parte de la ceremonia. Agua, fuego y rezos se mezclan para dar las gracias a la diosa Ganga, que responde reflejando la luz en su superficie turbia mientras en el aire el incienso y el sándalo inunda nuestros sentidos del aroma a India.
Pocas horas tuve de sueño pues había quedado con mi remero, Sabal, para salir de nuevo antes del amanecer y contemplar el ritual de purificación de la gente en los ghats, esas escalinatas ancestrales que se hunden en el río y donde todas las mañanas los fieles bajan a purificar sus pecados bañándose en el río sagrado. Gentes de todas partes de la India peregrinan para poder bañarse en sus aguas al menos una vez en la vida; para realizar las abluciones que limpian el karma y permiten avanzar en el ciclo de reencarnaciones. Familias enteras descienden las escalinatas y penetran en el río entre rezos musitados y espiritualidad contenida. Junto a ellos, chiquillos revoltosos se limpian la suciedad del suelo donde han dormido, entre juegos y risas confiadas.
Toda la orilla a lo largo de varios kilómetros se convierte en una marea de gente que sube y que baja las escalinatas, de jóvenes monjes practicando yoga en clases colectivas y brahmanes rezando los textos védicos ante un círculo de seguidores. Los santones, inmersos en su mundo interior, continúan recitando sus mantras interminables entre complicados rituales, ajenos al bullicio que los animales libres provocan a su alrededor en un deambular perezoso.
En el río las lámparas de aceite ofrendadas por los peregrinos se alejan de la orilla entre guirnaldas de flores y restos de jabón. Falta poco para el amanecer y la ciudad ya está despierta.
Impresionante experiencia para los sentidos. Veo que Asia en sí es cautivadora de tus sueños viajantes. Bueno, estaré pendiente de tus peripecias por la India. Espero que el ánimo vaya despertando como los espectaculares amaneceres que describes en Varanasi. Un besote.
ResponderEliminarAsía me apasiona Melvin. Me encantaría poder perderme por allí una temporada sin tener que estar pendiente de mirar un reloj o una fecha de vuelta. De momento me conformo con recordar y sentir de nuevo a través de vuestros ojos.
ResponderEliminarOjalá ese amanecer anímico sea tan espectacular como los de Varanasi. De momento sigo bogando en la oscuridad, aunque atento a cualquier rayo que despunte.
Un beso (de ensoñación)
Todo en la India es tan espiritual y tan trascendente... Tan impresionante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si no lo miras con ojos de turista como algo exótico que se ve a través de una urna de cristal, la inmersión en la cultura india puede ser fascinante y enriquecedor Peace-for-ever.
ResponderEliminarUn beso (con todo mi espíritu)
Ya echaba de menos esta clase de posts tuyos, como creo que la India no me gustaría me conformo con viajar mentalmente gracias a tí.
ResponderEliminarBesos (viajeros)
Me alegro que te gusten Christian. El otro día recordé una historia preciosa y pensé en contarla aquí, pero luego me di cuenta de que no quería contarla sin que tuviera un contexto, y cuando me puse a escribir me di cuenta que necesitaba más espacio. Así ha nacido esta trilogía de post que espero que se quede en sólo tres jajaja
ResponderEliminarYa que por motivos económicos no puedo viajar ahora, al menos puedo compartir con vosotros los que ya hice y que esos momentos no se pierdan.
Dame la mano y viaja a ese momento conmigo.
Un beso (para el recuerdo)
En mi viaje a la India también pude disfrutar de esa experiencia, pero pude vivirlo aún de un modo más intenso en Hadiwar, un lugar de peregrinación poco visitado por los turistas donde las sensaciones que percibí son inexplicables.
ResponderEliminarComo tu bien sabes, La India es otro mundo...
Besos
UT
Hace unos años, una amiga que también estuvo en la India en dos oportunidades, me contó sus experiencias allá. Al lado del fuego, en una noche fría y al paso de los relatos, mi casa se llenó de elefantes, ríos sagrados y gurús y en sus ojos, brillaba el encanto de haber sido testigo de algo profundamente espiritual. Lo mismo me ha ocurrido ahora al leer tu versión. Gracias por recordarme ese momento. Besos
ResponderEliminarCuando dices Varanasi junto con la palabra trilogía supongo que el post de hoy continuará... o eso espero, para encontrar la relación entre esa salida del armario y Samuel y Roxana.
ResponderEliminarbicos Ricos
Simplemente envidiable, dan unas ganas de estar ahí.
ResponderEliminarCariños Parme y un beso (porque sí).
Qué maravilla tus relatos de viajes, Parmenio. No quisiera morirme sin haber pisado Vanarasi, y haberme bañado por lo menos una vez en el Ganges (qué ancho se ve, por cierto). Me pareció estar yo también respirando el aroma del incienso, jeje. Esa ceremonia Aarti que citas recuerdo haberla visto en el programa Otros Pueblos, de Luis Pancorbo, y ahora he aprovechado para volver a verla en You Tube. Me parece maravillosa, y me pone los vellos de punta. A mí es que estos ceremoniales me emocionan, jeje. Las fotos que has puesto son también impresionantes, tanto las nocturnas, con los contrastes de luz, como las del amanecer. Bueno, aquí me quedo soñando y esperando por la continuación. Un beso de incienso.
ResponderEliminarHe tenido que buscar donde estaba Haridwar en un mapa porque no me sonaba Ut, y eso que me has engañado con el nombre jajaja. He estado viendo la ceremonia de allí por youtube y veo que es parecida, quizá menos formal y más en medio de la gente que la de Varanasi. Es otra de las ciudades santas. Me lo apunto para otra vez que vaya por allí, que no anda lejos de Nueva Delhi. Hay tantos sitios en la India espectaculares que lo que me da pena es no poder llegar nunca a conocerlos todos.
ResponderEliminarComo bien dices, la India es otro mundo. Un mundo donde pasar una vida y nunca hartarse.
Un beso (viajero)
Si te gusta viajar y aprecias las culturas diferentes Duc de Charlus, la India es un exceso para los sentidos. Tu amiga tiene el mismo brillo en los ojos que tengo yo cuando recuerdo aquellos días, pero con la suerte de haber podido volver de nuevo. Esa ventaja que me lleva :) Para mi la India fue un viaje tan lleno de momentos inigualables que podría llenar el blog sólo contando todo lo que vi y viví allí. Lo que lamento es no encontrar a veces las palabras adecuadas para describiros todo lo que sentí. Espero que al menos os llegue un poco de todo eso. Saluda a tu amiga de mi parte y transmítele mi envidia por haber podido repetir :)
ResponderEliminarUn beso (brillante)
Efectivamente Pimpf. He puesto la palabra trilogía porque el post continuará en (supongo) dos partes más. La historia de la salida del armario con Samuel y Roxana (a los que por cierto conociste en Madrid en marzo pasado aunque sólo fueron unos momentos en la Plaza Mayor) ya la conté en el post del que he puesto
ResponderEliminarel enlace (De la India al Orgullo). La historia que quiero contar y que era el origen de este post vendrá probablemente en la tercera parte ;) y es que a veces me pongo a escribir y necesito más espacio para contar una historia. Y Varanasi lo merecía.
Espero que cuando escriba la segunda parte no tenga que cambiar el nombre a tetralogía jajaja
Un beso (con continuación)
¿Y por que no hacemos una quedada bloguera mundial en Varanasi, G-boy? Ni en Europa ni en América, en Asía ;)
ResponderEliminarPiensa que la envidia por estar allí es sólo el principio de la decisión de ir. Quien sabe si algún día tus crónicas se harán desde algún remoto lugar.
Un beso (más fuerte de lo habitual pero igual de cariñoso)
Cuando vayas algún día a Varanasi, en el Ganges no te aconsejo que te bañes Roberto, porque el nivel de contaminación es tan alto que enfermarías prácticamente seguro. Sólo los habitantes de allí pueden soportar ese nivel bacteriológico porque ya están inmunizados. Un Europeo es un presa fácil para los millones de bacterias.
ResponderEliminarY sí, el Ganges es muy ancho, al menos en Varanasi, pero también ayuda la bruma matinal y la pericia del fotografo bajando la cámara un poco para prolongar la sensación de perspectiva, pero no se lo cuentes a nadie ;)
Qué tonto que puedo llegar a ser. A veces me olvido que esto es internet y puedes enlazar a otros sitios para complementar los textos. Lo suelo hacer, como con los post de los templos de Angkor, pero esta vez ni se me pasó por la cabeza :( Acabo de buscar un vídeo de youtube de la ceremonia de Aarti y ya lo he enlazado. No hay ninguno que me haya gustado demasiado pero al menos os podéis hacer una idea. Más vale tarde que nunca. Gracias por la idea :)
Me alegro que te hayan gustado las fotos, porque entre la poca luz que había y que están todas hechas desde una barca que no paraba quieta no están demasido bien hechas. Espero que las de los siguientes post te sigan gustando.
Un beso (quemado con sándalo)
Je,je.... sorry, ya no me acuerdo ni de los nombres de los lugares que visité...menuda cabecita!!
ResponderEliminarbesos
UT
No te preocupes Ut, que a mi también me pasa jajaja, que los nombres de esos lugares son complicadillos y al cabo de un tiempo se olvidan. Y no me costó más de cinco minutos darme cuenta de que el nombre estaba mal y encontrar el correcto. Poco esfuerzo para descubrir un sitio nuevo e interesante :)
ResponderEliminarUn beso (agradecido)
llévame en tu maleta Parmeee!!! Un abrazo...
ResponderEliminarpor cierto.
Paso a invitarte a participar al BloggerAmigoSecreto de este Year. :)
Las inscripciones están en mi blog
Un abrazo!!!
Mi mochila ultimamente está triste en el trastero cogiendo humedad y recordando tiempos mejores Brekiaz... pero si pudiese te llevaría conmigo en un bolsillo :)
ResponderEliminarLo del BloggerAmigoSecreto creo que no es para mi porque con lo poco que escribo ultimamente por falta de tiempo, si me tocase alguien desconocido no tendría ni tiempo de leer algo de él... y menos escribir. Mejor que lo hagan los que escriben a menudo que seguro que esos no te fallan.
Un beso (agradecido)
Un viaje inolvidable por lo que se ve. A mi personalmente nunca me ha llamado la India, pero entiendo la pasión con la que cuentas tu viaje y tus experiencias.
ResponderEliminarBesos y agur
Realmente fue un viaje inolvidable Zowi. Ir de viaje a la India tiene que ser un poco vocacional porque mucha gente se encuentra allí desubicada y lo pasa mal al ver la pobreza que te rodea por todas partes.
ResponderEliminarYo en cambio no me siento allí un extraño. Me gusta hablar con ellos y sentir su hospitalidad y amabilidad. No sé explicarlo, pero a pesar de haber crecido con mentalidad occidental no me costaría mucho adaptarme a vivir con ellos. Es una vida sencilla y dura, pero por otro lado menos impersonal que la nuestra.
Un beso (apasionado)
Joer Parmenio.... ¡quién tuviera la dicha de poder ir vestido de monaguillo color rosa por esos parajes que nos relatas y contemplar esos paisajes que nos enfocas con tus fotos!
ResponderEliminarGenial!!!!!
Un abrazo, guapo!!!
Si fueses vestido de monaguillo rosa por la India Angel no te creas que desentonarías con los habitantes locales jajaja, probablemente mucho menos que vestido de turista occidental, que sus ropas son mucho más coloristas y de corte amplio que las nuestras ;)
ResponderEliminarMe gustaría hacerte fotos así vestido y subirlas al blog. No iremos a la India que no tengo los fondos para esos lujos, pero podemos hacer una sesión de fotos y luego mezclarlas con photoshop. Quedarían preciosas. Y exóticas jajaja
Un beso (fotográfico)
Parme que lindo que eres, gracias siempre por tu oportuno comentario.
ResponderEliminarAlvaro el del epistolario
No se porque algunos blogs
Parmenio, amigo nuestro, me da mucho gusto y alegría verte nuevamente escribiendo estas crónicas emotivas e interesantes. Facetas del alma propia con reflejos de almas ajenas. Cada lugar tiene su encanto, su misterio, sus belezas, luces y sombras... que nos dejan ese sabor de aventura y eternidad, como si transitáramos todos los caminos. No llego ni a la décima que tu en viajes y experiencias de tierras exóticas, pero siento el parecido sabor ante las diferentes formas de vivir, sentir e interpretar la realidad. Claro que en tu pluma se vuelve visión y sensación, te agradezco por ello. Y espero que tantos deleites y asombros den nueva luz a tu alma (o lo que fuere) para tenerte nuevamente con nosotros y seguir disfrutando tus escritos. Un abrazo desde el alma de Sarkis
ResponderEliminarAlguien sabe que paso con el blog de luckitas?!!!
ResponderEliminarYo me visto para tí de lo que sea necesario, Parmenio... con toda la gama de colores que me pidas... jajaja! ... y si tengo que estar desnudo, yo me desnudo íntegramente para tí entero! jajajaj!
ResponderEliminarBueno... ¿cuándo empieza la sesión?:.. ¡mira que siempre he querido un retrato en pelotas! jajajaj!!
Besos, guapetón!
No sé porque a ti no te deja comentar en mi blog Álvaro, y además creo que te ha cortado el comentario... o ¿es que te has arrepentido? jajaja
ResponderEliminarAunque sea tu comentario semianónimo siempre estoy encantado de verte por aquí.
Un beso (no tan anónimo)
A veces vienen a mi memoria escenas y momentos que duermen esperando a que los rescate, Sarkis. Esta vez ha sido un texto de un gran bloguero que se llama UNO y que es capaz de captar la esencia de la gente en las fotos. En su texto hablaba de pasada sobre el rajastán, y eso despertó en mi el recuerdo de un momento especial en Varanasi. Ponerme a escribir fue ya sólo cuestión de oportunidad.
ResponderEliminarMe encanta descubrir sitios nuevos y gente diferente. No me hace falta que sean exóticos pues viajando por México, por ejemplo, me encontré casi como si estuviera en casa, pero sin embargo las costumbres, la comida y la gente eran diferentes. Eso es lo que hace grande viajar. Disfruto observando y viviendo con los que encuentro en cada momento, de sus vidas que deciden compartir conmigo. Desde aquí intento transmitir esas sensaciones pero la pluma es corta en mi mano y cuando releeo lo escrito noto sus carencias. Ojala fuese un García Marquez de prosa arrebatadora para ser capaz de mostraros mi Macondo particular. Menos mal que vuestra indulgencia compensa mis errores y me da alas para atreverme a seguir intentándolo.
Un beso (soñador)
Pues no sé exactamente que ha pasado con el blog de Luckitas, Yurgth, pero venía comentando ya hace unos días que había un tio que no paraba de denunciarle. Imagino que le habrán hecho caso y le habrán cerrado el blog. No es la primera vez. Qué yo sepa ya se lo han hecho otras dos veces. Suele abrirlo de nuevo en otra dirección pero hay que descubrir cual es :) Ojalá no se rinda y vuelva a escribir.
ResponderEliminarUn beso (y otro a Luckitas)
jajaja Por un momento te he imaginado con un Sari multicolor de los que llevan las mujeres en la India. Y por encima del Sari esa cabeza de marmol davidiana sobresaliendo ;)
ResponderEliminarY es que si tienes el cuerpo como solían esculpirlo en la antigüedad casi prefiero verte desnudo que con el sari jejeje.
No sé yo si sería un buen fotográfo erotico-festivo. Yo soy más bien de exteriores y sorpresas. Prefiero que los modelos no sepan que los fotografío porque me salen más naturales. Hay excepciones claro, como la foto que encabeza este post, que es de mi remero Sabal. Pero estaba vestido :P
Un beso (con flash)
Me alegra que te hayas decidido a hablar de Varanasi pues yo no he tenido tiempo de llegar hasta allí en mi cortísima escapada. Suena todo bellísimo.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues tendremos que quedar para ir algún día. Mi visita a Varanasi fue muy corta así que no me importaría repetir.
ResponderEliminarYa he visto las primeras que has publicado, pero tengo muchas ganas de ver las miles de fotos que has tomado.
Para mi la India fue un vieje especial. Espero que también lo haya sido para ti.
Un beso (ansioso)
Amgo Parmenio, seguro tenes talento para ambas cosas, las imágenes y la pluma, claro que ambas tienen que ver (pienso, en mi ignoranca)con los sentimientos que brotan y nos empujan a compartirlos, tanto para el palcer como para el dolor, buscando aferrarnos a la certeza de realidad. Hace unos años sentí algo semejante a lo que expresas cuando un viaje al Amazonas, es comp dices, no se necesitan muchos kilómetros ni seres exóticos, son las mismas personas que tratamos diariamente, sólo que éstos en otro contexto, otras formas de ver, sentir y explicar la realidad. Me pasó que tanta ¿ingenuidad? ¿inocencia? ¿sabiduría? No sabría cuál tomar, pero algo de eso o todo junto definían a esas personas que nos recibían con júbilo, con tantas esperanzas de vivir algo trascendente como las que yo tenía y esperaba. Finalmente quedó una amistad allá entre la selva y los ríos y aquí yo recordando emociones intensas...
ResponderEliminarEllos fascinados con la 'civilización y la tecnología', yo hambriento de su espontaneidad, su inocencia natural y su hospitalidad respetuosa.
Viene a cuento porque mucho de eso transmites tu en tus escritos e imágenes, tanto que me llenan las ganas de correr al mundo que (me) queda por descubrir!Finalmente, gracias por retomar el ritmo de tus comentarios y tus sentimientos. Nosotros agradecidos, especialmente yo. Un abrazo! Sarkis
¡Vaya! Yo que ya me había hecho ilusiones y todo... jajajaj!
ResponderEliminarNada, nada... el día que te conozca, yo quiero mi foto en bolas... jajaj!!!
Besos, guapetón!!!!
PD... No sé, Parme, si llegaré a la altura de esa belleza davidiana... jajaja! pero yo, contigo lo intento todo! jajaj!!!
buenísimas fotos, todo tan exótico
ResponderEliminarHola soy Víctor, he creado un nuevo blog sobre psicología/sexología masculina llamado "Libreta Rosa" (www.libretarosa.blogspot.com) espero que te interese.
ResponderEliminarNos vamos leyendo.
Saludos
>Víctor.
Amigo Parmenio, espero esta pausa prolongada no se deba a nada triste ni complicado, quiero imaginar que la estás pasando bien, acompañado y querido. Si fuera otro el motivo hago votos para que todo se resuelva de la mejor manera. Tus amigos seguimos aquí esperando por ti. Un abrazo! Sarkis
ResponderEliminarLos mismos votos que Sarkis. Aunque nunca, o casi nunca te comente tus post, me conidero yo tu amigo, o a vos mi amigo, no lo se. Un abrazo, tu siempre amigo Ernesto.
ResponderEliminarLo que comentas sobre tu viaje por la amazonía capta muy bien la esencia de como me siento yo cuando viajo Sarkis. Es esa forma que tienen en otros lugares de entender la vida lo que hace que te replantees tu visión del mundo, de darte cuenta de que los dogmas que desde pequeño te han inculcado con metódica precisión no son esas verdades inmutables que te han hecho creer.
ResponderEliminarCuando viajo y me siento a hablar con alguien intento escuchar cada palabra y observar cada gesto, no perderme nada del momento. Si consigo que al menos parte de ese momento os llegue entonces ya me siento satisfecho.
Un beso (con mucho retraso)
Tranquilo Angel, que no es la belleza davidiana la que persigo. Esa es muy fría al contacto y con semblante serio. Yo soy más de la calidez de una mirada y una sonrisa arrebatadora. Pero no te preocupes, que si hay que hacer sesión de fotos se hace :)
ResponderEliminarUn beso (escultórico)
Muchas gracias Damian. Las fotos las tomo siempre con mucha ilusión y aún más tengo cuando las pongo aquí. Me alegro de que te gusten.
ResponderEliminarUn beso (todo lo exótico que pueda)
Pues me alegro de verte por aquí Victor, en cuanto pueda me paso por tu blog para echarle un vistazo. Entretanto pasa, ponte cómodo y siéntete libre de comentar cuando quieras.
ResponderEliminarUn beso (de bienvenida)
Son simple falta de fuerzas las que me tienen un poco alejado del blog, Sarkis. Exceso de trabajo, de preocupaciones, un poco de estres y una cabeza que no para de pensar y que me agota.
ResponderEliminarCuando llego a casa no siento que las palabras estén en mi, solo silencios. Pero debo intentar hacer un esfuerzo y sentarme a escribir. Al menos intentarlo.
Un beso (prolongado)
No hay obligación de comentar los post Ernesto, pues sólo con las visitas ya noto que estáis ahí. Prefiero que habléis cuando tengáis algo que decir que simplemente por el compromiso de comentar. Y en tu caso además sí que recuerdo muchos comentarios tuyos :)
ResponderEliminarUn beso (de un amigo)
Estimado Parmenio, es un gustazo ver rus respuestas, señal que sigues con y entre amigos. Bien sabes que te extrañamos cuando te ausentas varios días... eres adictivo con tus temas y tus escritos.
ResponderEliminarLas preocupaciones, los problemas y ese hastío que nos invade cuando se obstaculizan nuestros proyectos es común a todos, además el crecer y madurar nos hace más reflexivos. Lo importante (pienso)es disfrutar la vida como obsequio y no caer sólo en el deber de la rutina que puede amargarnos hasta lo más delicioso. Bueno, de esto tu sabes más que yo, así que un abrazote y seguimos aquí en este cálido rincón gozando tu hospitalidad... Sarkis
Felicitaciones por las bellísimas fotos!!! Me trajeron muchos recuerdos de ese Varanasi que visité hace 20 años. Por cierto, es redundante (pero nunca suficiente) decir que la India es un país fascinante y con tantas caras que es un universo en sí mismo. Personalmente, me atrajo más el sur que el norte, tal vez porque es más "hinduista" (en tanto que el norte está mucho más islamizado). Me conmovieron los templos de Tamil Nadu (Tanjore, Mahabalipuram, Srirangapatna, Madurai, Kancheepuram...), los arrozales infinitos de Kerala, la humanidad de los tejedores, el sol subiendo sobre los tres mares en Kannya Kumari... También encontré subyugante viajar en dias y noches enteras, o en colectivos atestados de gente, para llegar a lugar tan fuera-de-este-mundo como Khajurao. Nuevamente gracias por tus recuerdos.
ResponderEliminarMuchas gracias Sarkis, por tu perseverancia incombustible y tus ánimos infinitos. Se agradece que lo extrañen a uno aunque sólo sea por unos pequeños textos que entretienen un breve rato pero que suponen un desahogo para el autor. Sigo por aquí, reflexionando en silencio y gritando pensamientos a las nubes, aunque falto de voluntad e inspiración. Espero que me perdonéis.
ResponderEliminarUn beso (intentándolo)
Gracias a ti Jokomar por acercarte hasta mi blog y contarme tu experiencia India. Cuando fui allí hace ya tres años tuve que elegir entre el norte y el sur sabiendo que eran muy diferentes. Pero sin tener un criterio muy definido escogí el norte como primera toma de contacto. Sueño con volver algún día y recorrer el sur disfrutando de sus gentes y esas miradas tan cercanas. De alejarme de los caminos trillados y sentarme a tomar un té asediado por sus preguntas. Son tantos los lugares por conocer que sólo oir los nombres que indicas ya me hacen soñar. También yo me acerqué hasta Khajurao camino de Varanasi. Un día le dedicaré uno de estos textos, pues también allí encontré gente y lugares que merecen ser recordados. Me alegro que mis recuerdos aviven los tuyos y espero que las entradas que aún me quedan por escribir las disfrutes de la misma manera.
ResponderEliminarUn beso (de bienvenida)