lunes, 17 de enero de 2011
Saigón
Tras una semana bajo la lluvia en Hue y Hoi An me despedí de mis amigos. Ellos volaron hacia Ha Noi antes de regresar a España y yo me dirigí a Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón. Llegué a media tarde con la ilusión de salir a dar una vuelta pero la lluvia me estaba esperando allí también, una lluvia torrencial que anegaba las calles y que me quitó la idea de la cabeza.
Me quedé en mi habitación oyendo el golpeteo rítmico en la ventana y para matar el tiempo encendí mi netbook y me puse a navegar por la web sin rumbo fijo. Leí algunas noticias, ojeé algún blog y busqué información sobre Saigón. Ya aburrido se me ocurrió que alguna de las páginas de perfiles en las que estoy suscrito son internacionales y podría echarle un vistazo a los chicos vietnamitas. Al menos me entretendría un rato. Y disfrutaría, que los orientales me parecen muy guapos.
A la mañana siguiente el sol brillaba y salí a caminar. Me dirigí hacia el museo de la guerra, una de las visitas obligadas de Saigón. Después de una vida conociendo la guerra de Vietnam a través de los ojos norteamericanos sorprende verla a través de la mirada vietnamita. Es una guerra diferente en la que el ingenio se agudiza para hacer frente a la tecnología y en la que el sufrimiento se palpa en cada rostro. Miles de fotos muestran los resultados del agente naranja sobre la población y como todavía, hoy en día, nacen muchos niños con malformaciones debido a él. También se pueden ver fotos de los bombardeos indiscriminados con napalm sobre los poblados y de las matanzas de My Lai y My Khe entre otras. Las caras de campesinos torturados y mutilados te miran desde el dolor y la desesperanza. Es la otra cara de la moneda.
Nada más salir me encontré con Dien, un conductor de rickshaw que me acompañó un rato intentando que lo contratara durante todo el día. No lo hice porque prefería caminar, pero juntos nos reímos durante todo el camino mientras nos acercábamos al parque junto a la basílica de Notre-Dame. Su sonrisa ilustra esta entrada.
El parque estaba lleno de gente joven que se escondía del calor bajo la arboleda. Grupos de estudiantes charlaban animadamente y me miraban con curiosidad. No hay muchos occidentales que anden solos por los parques. Y menos haciendo fotos.
Rodeé la basílica hasta la puerta de la estación de trenes y allí me abordaron cuatro estudiantes que con cara muy seria y con un tono muy formal me preguntaron si podían hacerme unas preguntas para un trabajo escolar. A pesar de avisarles sobre mi pésimo inglés acepté. Todo excitados sacaron una cámara de vídeo y me grabaron durante la entrevista. Empezaron por preguntar de donde era, y al conocer mi nacionalidad española me preguntaron por las fiestas típicas de aquí. Una vez cumplidos los trámites preliminares entraron al trapo, y a bocajarro me interrogaron sobre mi opinión sobre el sexo prematrimonial. Solté una carcajada y sólo pude responder que me encantaba. El resto de preguntas versaron todas sobre pornografía y sexo, aunque les faltó preguntarme por la homosexualidad. Eso era demasiado para ellos. Respondí como pude a todas las preguntas y se despidieron con una gran reverencia. Espero que realmente fuera para un trabajo escolar y no sea ahora el vídeo de moda del youtube vietnamita.
El siguiente sitio a visitar era el antiguo Palacio Presidencial de Vietnam del Sur durante la guerra contra los Estados Unidos, pero como estaba cerrado por ser la hora de comer, paré una moto y fui a ver la Pagoda del Emperador de Jade, un templo de construcción china y tradición taoísta. Su atmósfera oscura y opresiva oculta cientos de esculturas de dioses y héroes con rostros grotescos y miradas saliéndose de las órbitas. El humo acre de las varillas de incienso impregna el lugar y se respira un ambiente cargado de religiosidad y meditación.
Con otra moto regresé al Palacio Presidencial. Su imagen clásica aparece en todas las películas sobre la época. Desde aquí el gobierno de Vietnam del Sur dirigió la guerra y la imagen de los tanques del Vietcong atravesando la verja de entrada y poniendo fin a la guerra dieron la vuelta al mundo. Ahora se le llama Palacio de la Reunificación y se conserva igual que estaba en aquel abril de 1975. De construcción funcional, sus salas de reuniones vacías y sus espacios diáfanos me dieron una sensación de falta de vida y frialdad absoluta. En la terraza un helicóptero norteamericano recordaba a los que despegaron desde aquí huyendo minutos antes de que las tropas del Vietcong arribaran triunfantes.
Pero quizá lo más interesante del Palacio sea su parte subterránea. Un entramado de habitaciones dentro de un bunker repleto de salas asépticas y olores hospitalarios desde donde se controlaba la guerra. Los mapas de la época y los teléfonos aún se encuentran ahí junto a las enormes radios y los pasillos interminables. Casi puedes imaginar las reuniones de los últimos días y oír las botas militares resonando en las paredes.
Anochecía y paseando me dirigí a la zona más moderna de la ciudad, donde entre modernos hoteles y rascacielos pude admirar el edificio del Comité Popular y la Opera. Frente a este último docenas de geishas paseaban arriba y abajo por la avenida dando vueltas una y otra vez. Pensé que era un desfile de modelos pero no había ní música ni la gente se paraba a verlo. Me senté un rato a contemplarlas y de repente de una calle lateral salieron dos mochileros occidentales corriendo, seguidos por varias cámaras de televisión y una cohorte de guardaspaldas que mantenían a los curiosos a raya. Era un programa de televisión de los que hay que superar pruebas, y debían encontrar a una geisha en concreto entre las decenas que había para conseguir la pista que les permitiera avanzar. Cinco minutos después salieron de nuevo corriendo y las geishas empezaron a quitarse los disfraces.
Cené en un puesto callejero camino del hotel y pasee entre las improvisadas tiendas. Tras darme una ducha reparadora me conecté a Internet, contesté varios correos y como no tenía sueño entré en la página de perfiles del día anterior para matar el tiempo. Pero los ojos se me abrieron de par en par cuando descubrí que en la bandeja de entrada tenía más de setenta mensajes de chicos de Saigón queriendo quedar conmigo. Y algunos muy guapos.
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que bonito y enrquecedor se ve el lugar y su gente!! no se que es la ultima foto, pero me povoco un hambre atroz. excelentes fotos mi buen parme comparsa!
ResponderEliminarte mando un cariñoso abrazo y beso tigroso
Muy interesante el relato y magníficas las imágenes. Me alegra saber que sigues recorriendo el mundo y escribiendo, eso siempre es bueno. Espero que sigas disfrutando de tantos lugares de este mundo y quienes lo habitan.
ResponderEliminarcomo disfuto leyendote Parmenio...
ResponderEliminarestas crónicas de tu viaje me hacen revivir mis paseos por las calles, museos y templos de Ho Chi Minh... que ganas de volver...
Yo tego como mi preferida la ciudad de HaNoi pero HCM tiene su encanto...
Nos dejas con la duda de quien(es) de los 70 vietnamitas pudo disfrutar de tu respuesta positiva al encuentro y como fue todo... confío en que lo has dejado para una entrada aparte... que ya sabes aquí el turismo y todo muy bonito pero loimportante es el cotilleo de quien se lió con no se quien y esas cosas...
¿verdad que algunos vietnamitas son mu guapos?
aquí en Singapur no he visto yo todavía ninguno que me llamara la atención... pero a falta de perfiles y esas cosas pues a caminar a ver si veo alguien (Que yo quedar quedar como que no, que soy hombre "casado" y fiel :-)
Besos(y un mensaje:)
Me pregunto si de ser vietnamita me habrias sacado en las fotos o gentilmente me hubieras pedido que me apartara :)
ResponderEliminarBonitas cronicas. Que hacia un hombre enigmatico en vietnam? Es verdad que alla no hay gorditos?
Un beso
me encanta cómo relatas tu viaje, y sin embargo el lejano oriente siguen sin atraerme a excepción de Japón. No sé por qué. Pero bueno, me encanta que te gustara y disfrutaras tanto. El sitio, por las fotos, tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarBuff por irme a ver tu post anterior, se me fue el comentario de este, asi qe aqi voi XD
ResponderEliminarQue bonitas fotoos *_* me gusta, me gusta , a mi es que los chinillos me parecen todos iguales, y pues me he reido con lo del video XD de seguro ya eres famoso en el youtube Oriental y tu ni cuenta jajaja (:
te mando un besoo enorme
como stas???
que envidia, que hermosos paisajes, que belleza conocer a todos esos lugares y tener la oportunidad de conocer a sus gentes, y darnos cuenta que tenemos cosas en comun!
ResponderEliminarun abrazote!
ainss que envidia! yo también quiero ir! y Brekiaz k son vietnamitas, no chinos!!! ya hablaremos tú y yo seriamente! jajaja Un beso
ResponderEliminarYa hemos llegado a la parte que más esperaba de tu viaje jajajajaja. Me ha hecho gracia saber que en Vietnam también hay geishas, pensaba que sólo existían en Japón.
ResponderEliminarBesos expectantes.
jaja y seguro que uno era ese de la sudadera verde que va por el parque, pq va soltando pluma, eh.. O será el chico del rickshaw y la sonrisa? Eso sí qué sería un puntazo, eh, jajaa.
ResponderEliminarSabes? me ha conmovido saber que ese día que relatas, que estabas en el hotel por la lluvia mirando blogs entraste en el mío y me dejaste un comentario, pq me acuerdo que me llamó la atención y te lo dije, pero cari, si estás por Saigón y te metes en mi blog, jaajaj.
Bezos.
Que me gustan tus crónicas, no solo me descubres destinos desconocidos sino que además creas un ambiente de camaradería como si viajara contigo.
ResponderEliminarLos fotos geniales (con la última se me abre el apetito) y el prometedor final lo has dejado en su punto álgido... habrá segunda parte?
ÑamÑam Kisses
He visto todo lo que describes a través de Pekín Express, que este año la ruta la hicieron por ahí, me encanta ese programa, y vi el episodio en el que recorrían Saigon y el museo de la guerra, impresionante viendolo por la televisión, imagino que real debe de ser una pasada.
ResponderEliminarBesazos!!!
Pero que maravilla, entre tu capítulo y el de Pimpf que he leído hoy me siento muy internacional. Gracias por compartir tus vivencias, me reí mucho imaginando la entrevista. Cariños Pimpf.
ResponderEliminarUn beso (muy, muy internacional).
No sabría decirte que era exactamente ese plato Pancho, pero me llamó la atención porque parecían gusanos. Estaban muy sabrosos... fuese lo que fuese ;)
ResponderEliminarUn beso (entomogastrónomo)
Me encantaría estar recorriendo el mundo de punta a punta a todas horas anónimo, pero por desgracia mi economía no me lo permite y mi jefe menos ;)
ResponderEliminarMe conformo con poder escaparme de vez en cuando y disfrutar de esa libertad, que sé que soy un privilegiado por poder hacerlo.
Un beso (trotamundos)
Je,je... te pillo comentando! A pesar de la longitud de tus entradas siempre se me hacen cortas, será porque me encantan y porque consigues transportarme a cada lugar donde vas; es como si viajara en tu mochila...jeje
ResponderEliminarLas fotos son geniales, cuantas has colgado, así nos imaginamos mejor lo que sentiste cuando viste todo aquello.
Yo también espero ese gran final...je,je...aunque algo ya sé, recuerdas?
Un beso guapo
UT
Tu más que nadie me puede entender lo que se siente allí Adrianos, pues estuviste sólo un mes antes que yo. A mi me gustó tanto Hanoi como Ho Chi Minh porque son parecidas... pero tan diferentes. Quizá disfruté más HCM porque la visité solo e iba más a mi aire.
ResponderEliminarY no te preocupes por si escribiré otra entrada con la solución al enigma de los 70 mensajes jajaja... tengo pensada escribirla. Lo que no tengo claro todavía como lo haré.
Los vietnamitas son muy guapos, más al sur que al norte. Y los camboyanos más guapos aún que los vietnamitas. En este viaje me he dado cuenta de que me gustan los chicos del sudeste asiático jejeje
A Singapur tengo que volver, que cuando estuve era hetero y no me fijaba en esas cosas. ¿Tu empresa no te paga un acompañante? Si tu chico no puede ir... ;)
Un beso (con sabor a hot pot)
Para salir en mis fotos solo tienes que sonreir Romek. Las sonrisas me vuelven loco y no me puedo resistir a ellas.
ResponderEliminarAunque lo conozca de toda la vida, ese enigmático personaje siempre me ha ocultado muchos pensamientos. Quizá algún día consiga que me lo cuente todo.
Y es cierto que no hay gordos en Vietnam. Los que he encontrado se podrían contar con los dedos de una mano. Yo era el más gordo siempre.
Un beso (sin secretos)
A mi en cambio el sudeste asiático me fascina Didac. Me queda mucho por conocer y recorrer. Si hubiese podido me habría quedado por allí una temporada.
ResponderEliminarJapón me subyuga también, pero es otro estilo y otro tipo de cultura más sofisticada. Anímate y no te contentes con la fotos. Hay un mundo por descubrir.
Un beso (incitador)
Ayyyy no les llames chinillos Brekiaz, que se han pasado toda su historia intentando no ser parte de ellos. Son como hermanos... pero el pequeño quiere tener su habitación propia :)
ResponderEliminarYo me ha acostumbrado a verlos y ya casi distingo a los japoneses, chinos, coreanos, vietnamitas, camboyanos, tailandeses e indios, aunque a veces cometo errores claro.
Después de las respuestas sobre sexo que les di no me extrañaría que se esté partiendo de risa todo Vietnam conmigo. Si alguno lo encuentra en Youtube que me avise jajaja
Y estoy un pelín mejor, que remedio queda, muchas gracias cariño :)
Un beso (de un chinillo de adopción)
Qué maravilla de fotos. No se con qué quedarme. Esos interiores, la sala de los mapas, la sala de las sillas, los templos, la gente... Me encantan.
ResponderEliminarEspero seguir disfrutando de mas crónicas, y mas fotos, vietnamitas.
Un abrazo
Tienes toda la razón Gary. Me doy cuenta de que tengo la suerte de poder conocer gente nueva de todo el mundo y poder disfrutar de culturas diferentes.
ResponderEliminarNos separan tantas cosas... y sin embargo no los siento lejanos...
Un beso (muy cercano)
Eso, eso, echale la bronca a Brekiaz Sergio. Le pondremos un ciclo de películas chinas y otro vietnamita hasta que los distinga a 100 metros de distancia jajaja
ResponderEliminarUn beso (para que te animes a ir)
Ya sabía yo que esta parte era la que esperabas Chris. Y es que me aguantáis los tostones turísticos para que cuente "lo interesante de verdad" jajaja
ResponderEliminarY pensabas bien Chris, porque en Vietnam no hay Geishas. He utilizado la palabra como licencia poética para que fuese más fácil entender lo que quería explicar. No estaba muy inspirado y no encontré otra forma mejor de decirlo.
Un beso (mientras esperas)
El del parque me llamó mucho la antención porque sus gestos eran "llamativos". Pero no Thiago, no, no quedé con el del parque ni con Dien, el conductor del Rickshaw... si quedé con alguien los sabréis en el próximo capítulo jejeje
ResponderEliminarEs cierto, aquel día aburrido por la lluvia visité varios blogs, entre ellos el tuyo y te dejé un comentario, antes de que se me encendiera la bombilla y me dedicara a ver chicos guapos... que no es que vosotros no lo seáis... pero ellos estaban más a mano.
Supongo que no habrás tenido muchos comentaristas vietnamitas. Yo te he abierto un nuevo mercado, ahora sigue tu jajaja
Un beso (desde muy lejos)
Las fotos, ah, las fotos. Buenísimas. Las del Palacio, tan grande y vacío (falta de vida y frialdad absoluta, qué bien lo has dicho) son impresionantes, sobre todo la del gran pasillo con el ¿viejecito? mirando por el ventanal. Vaya, que lo has ilustrado todo a la perfección, solamente ha faltado una en la ducha :-P
ResponderEliminarUn beso (con-tacto en Saigon)
Eres muy amable conmigo Alforte, porque esta vez no he quedado muy contento con lo que he escrito.
ResponderEliminarNo he conseguido encontrar la forma adecuada para contaros todo lo que fue ese día. Está claro que no me encontraba muy inspirado escribiendo esto y que mis musas se encontraban de vacaciones en el caribe :(
Pero si a pesar de eso no habéis huído y os habéis sentido un poquito conmigo paseando por la calles de Saigón pues no sabes lo que me alegra.
Y que dificil es escoger las fotos. No pongo las mejores sino las que mejor ilustran lo que cuento. Cuantas fotos dejo fuera que me gustaría compartir con vosotros... pero ya he puesto demasiadas y tampoco es cuestión de saturaros.
Y no te preocupes, que habrá segundo parte :)
Un beso (con voluntad pero sin inspiración)
No he visto el programa de Pekin Express Davichini, pero mucha gente me lo ha comentado. Sobre todo en el trabajo. A ver si lo busco por internet y lo veo, que tiene que ser curioso volver a ver lo que viví allí.
ResponderEliminarPor lo que me han contado, los dos del programa de televisión que me encontré allí deben ser de algun programa similar.
No se como se veía en el televisor, pero en la realidad el museo de la guerra es impresionante si te dedicas un poco a ver las fotos y leer las descripciones. Sientes el horror de la guerra.
Un beso (televisivo)
He leído antes la entrada de Pimpf y parece que nos hemos puesto de acuerdo para recordar lugares lejanos a la vez.
ResponderEliminarPues si te has reído leyendo lo de la entrevista G-boy, no te puedes imagina lo que me reí yo haciéndola :)
Un beso (desde el extanjero)
Cada vez me salen más largas las entradas y eso que quito muchas cosas que me gustaría contar, Ut. Será que no encuentro las palabras adecuadas para condensar las esencias y necesito un frasco grande para disimular las carencias.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho eso de que es como si viajaras en mi mochila. Espero que mi ropa desordenada no te impida ver los sitios por los que voy y las personas que conocí.
Como le he dicho a Alforte, cada vez cuelgo más fotos. Al final me vais a borrar por pesado, pero es que me gustaría poner aún más y me duele cada una que elimino para que no se me vaya la mano.
La ventaja es que, como dicen, una imagen vale por mil palabras, así que con las fotos se enmascara un poco que esta entrada no está muy inspirada.
Sí me acuerdo jejeje, que algo te conté aquel día en Madrid. El resto en el capítulo siguiente.
Un beso (a mi mochila)
No sabes como me alegra que te gusten las fotos Uno. Los interiores del palacio, sobre todo el bunker, eran tan setenteros... aunque ahora lo llamarían vintage ;)
ResponderEliminarFotos tengo para llenar mil blogs e historias para muchas entradas, aunque tranquilos que no os contaré todas, que sino esto se convertiría en "Despertar gay en Vietnam" ;)
Un beso (con exposición)
No te puedes imaginar la sensación de vacío que se sentía en el edificio Theo. Era como pasear por el hotel del Resplandor de Kubrick. Se oían los pasos en los pasillos salvo cuando aparecía un grupo de turistas japoneses. Yo podía imaginar a los funcionarios y los militares en corrillos en los pasillos alarmados por el discurrir de la guerra. Son fantasmas pero casi se sienten.
ResponderEliminarHabía más fotos... pero ninguna en la ducha jajaja... aunque pudo haberla ;)
Un beso (enigmático y fantasmal)
Da gusto conocer los sitios por tus estupendos relatos, las fotos geniales, y me alegro que te lo estés pasando genial.
ResponderEliminarSe come bien¿?
Has probado ya algo de comida que se salga fuera de lo común?¿
Un abrazo enormeee!!!!!
Es un alivio saber que lejos quedó la guerra que devastó a un pais entero. De Vietnam solo conozco la parte de su historia bélica y lo que vi en la pelicula de Coppola, más a parte los restaurantes vietnamitas parisinos.
ResponderEliminarTu post es una cronica excelente, nos haces participes de su cultura y costumbres, personalmente no los encuentro guapos estéticamente hablando...pero claro ni soy hombre, ni soy gay :).
He leido hablar de ti por la Blogosfera y la insana curiosidad hasta aquí me ha traido.
Un cordial saludo desde el oscuro desván de mi memoria, espero disfrutes de tus vacaciones al maximo, ten cuidado con los monzones, si es que los hay en esta época.
Compartir con vosotros estos lugares que tanto me aportaron es un placer Josh. Probé algunas cosas curiosas, como esa especie de gusanos de la última foto o una serpiente al curry muy sabrosa. El perro lo busqué pero no encontré ningún sitio a mano que lo sirvieran. Seguiré intentándolo :)
ResponderEliminarUn beso (gastronómico)
Vietnam es un país desconocido por la mayoría Eurice. Su cercanía con China hace que su historia se vea ensombrecida por esta. Lástima que tuviese que haber un par de guerras para que la gente se acordara de él.
ResponderEliminarMe alegro que te guste el relato, pero es en pasado no en presente...por desgracia. Un pasado reciente, eso sí. Estuve allí a finales de octubre y durante el mes de noviembre. Estos son unos pocos recuerdos de un viaje que disfrute muchísimo.
Los chicos más guapos los encontré en Camboya y no en Vietnam, aunque allí también los había jejeje. Yo he trazado una linea que recorre todo el sudeste asiático que es como una "L" vista en un espejo con la parte inferior en la India, atravesando Tailandia, Camboya, Vietnam y terminando en China. Cuanto más cerca de la India más guapos ;) Y además los podemos compartir, tu te quedas con los heteros y yo me llevo a los gays jejeje
Te he he leído muchas veces, ya sea a través de comentarios en otros blogs como el de Thiago o a veces asomándome a tu blog. Bienvenida a mi rinconcito.
Un beso (más indio que chino)
Ay, qué recuerdos... yo estuve por ahí hace tres años, pero haciendo el recorrido inverso, de abajo a arriba. Hay que ver cómo te gusta dejarnos con el suspense...
ResponderEliminar;-)
Que pasillos que miedo, y que historia tan bonita la de Vietnam ¿verdad? Que huevos y que coraje por mantener su independencia con tan pocos medios. Bueno, al final nos has dejado con la intriga sobre con cual de los 61 contactos te habías quedado... Esperamos la continuación
ResponderEliminarbicos Ricos
Yo hice el recorrido de arriba a abajo porque mis amigos sólo tenían unos días y preferían ver el norte. Si hubiese ido solo todo el viaje habría ido como tu Nu, de abajo a arriba.
ResponderEliminarY no es que lo deje con el suspense adrede, es que la entrada ya era demasiado larga... bueno, para que mentir, es para que volváis jajaja
Un beso (por recordar conmigo)
El silencio en los pasillos metálicos del bunker era impresionante Pimpf. Se oían todos los pasos como si fuese una película de terror.
ResponderEliminarLos vietnamitas siempre han sido un pueblo muy luchador y celosos de su diferencia. Llevan más de mil años luchando con los chinos, camboyanos, franceses, estadounidenses... y son capaces de muchos sacrificios para lograrlo.
El próximo día continuaré la historia... creo jejeje
Un beso (como adelanto)
Excelente tu nota y los comentarios. Estoy con un trabajo menos placentero, la historia de una familia migrante de allá, pero son recuerdos tristes, de la guerra y sus consecuencias... tu nota y tus imágenes me servirán para dar algo de optimismo. Y para agregar opiniones más esperanzadoreas. gracias a ti y a todos los que comentan. Por supuesto respetaré el copyrigth y de alguna manera estarás presente.
ResponderEliminarEspero leas tu mail. Que siga tu aventura y disfrutes como todos los aventureros. Sarkis
que lindo sigue siendo tu viaje, pero ¿que anda pasando en tu vida?, estoy en ascuas. besos
ResponderEliminarHe leído tu correo Sarkis, pero mi tiempo disponible es inversamente proporcional al tamaño de mi bandeja de entrada de correos. En cuanto pueda te respondo :)
ResponderEliminarLas historias de los emigrantes son siempre tristes pues dejan atras a familia, amigos y la comodidad de lo cotidiano. Si lo son además por una guerra el dolor se acentúa y la nostalgia se acrecienta. Si lo que he escrito sirve para dar un punto de optimismo entonces me doy por satisfecho.
Un saludo (menos aventurero de lo que me gustaría)
Mi vida transcurre por los cauces de la monotonía y la ansiedad Juancito. Me esfuerzo para salir de esa rutina pero la realidad se esfuerza más que yo :(
ResponderEliminarUn beso (vital)
Y a mí que estos viajes me dan pereza... no sé. Hasta que encuentra a alguien que me coja de la mano y me lleve...
ResponderEliminar¿Y quedaste con los 70? ¿a la vez?
ains.
:P
besos.
muchos.
envueltos.
Yo es que como no encontré a nadie que me llevara de la mano decidí ir y ver si volvía con alguien agarrado a ella ;)
ResponderEliminarPor supuesto, Tatojimmy, que quedé con los 70, uno detrás de otro jajaja... pero entonces desperté.
Ya me habría gustado pero no tenía tantos días de vacaciones... ni la capacidad amatoria de los 20 años jejeje
Un beso (en esa mano que espera viajar)
Coño, cari, enhorabuena, ya llevas dos pimpfitos! jaaja
ResponderEliminarBezos.
Siiiiiii, dos de cuatro posibles, y estoy encantando y flotando. Hoy estoy tan orgulloso que los pavos reales palidecen a mi lado jajaja
ResponderEliminarNo te preocupes Thiago que tu optas a los más gordos y te caerán en la última jornada :)
Un beso (de pez globo)
Buenas Parmenio, es la primera vez que paso por tu blog, me he dedicado a leer varias entradas de hace un tiempo, y me ha gustado. Creo que eres más valiente de lo que crees, enfrentarse a los 40 años a este 'cambio de vida', solo, y aún así con empeño de conocer gente, aunque sea por internet (todos lo hacemos en algún momento) y tener dos cojones para ir solo a la noche de ambiente.. Ole por ti, tio.
ResponderEliminarTe sigo, un abrazo :)
xxx
Hola Jos Phsycothetic :)
ResponderEliminarMe alegro que hayas llegado por aquí y decidido quedarte para acompañarme en este camino que debí empezar hace mucho tiempo pero que por circunstancias de la vida o simplemente cobardía (para que negarlo) no empezó cuando debía.
Lo que hago ahora no creo que sea valentía, pues es la necesidad interior la que me empuja. No es fácil empezar ahora, pero peor es no hacerlo. Ojala econtrase un medio más fácil para conocer gente y que me acompañasen al ambiente, pero de momento sólo puedo intentarlo mientras espero a alguien... a un amigo.
Pása, ponte cómodo y quédate todo el tiempo que quieras.
Un beso (de bienvenida)