domingo, 18 de julio de 2010
Galaxia
La arena se escapaba entre sus dedos y salpicaba su cuerpo desnudo. Su espalda, acomodada en la vieja barca de pesca notaba las astillas ya descoloridas clavándose como pinceladas de realidad. Miraba los granos y pensaba que al igual que ellos la vida se le escapaba sin poder agarrarla. Su mirada se paseó por la playa desierta y se perdió en el infinito. Sobre el mar la luna rielaba al son de las olas y una musica suave y lejana proveniente de una fiesta ajena era arrastrada por la brisa nocturna.
Volvió a coger un puñado de arena y levántándolo frente a su cara dejó que el viento lo dispersara poco a poco. Así es mi vida pensó. ¿Cuántos hombres he tenido entre mis manos? Más que granos de arena. Más que esas estrellas que me contemplan ahora. Al menos ellas están allá en lo alto y viven en familia. Esa es Sirius la binaria. Tiene pareja y bailan una alrededor de la otra. Y allí está Cástor. No sólo tiene pareja sino que además es gemela de Pólux, su hermano. Los dioscuros. Y todas viven rodeadas de más estrellas. Y de más. Y de más. La galaxia es su familia y sus amantes infinitos. Como los granos de arena. Como yo.
No, como yo no. Yo soy como un agujero negro que devoro a todos los que se acercan a mí. Cuando los veo por primera vez tienen una luz que ilumina a los que les rodean. Mi mirada se posa en ellos y como un perro de presa los sigo hasta que son míos. Juego con ellos y los exprimo hasta que sólo son un pálido reflejo de lo que eran. Y luego necesito más. Otros.
Pero él era diferente. Cuando me despertaba al mediodía de la resaca nocturna allí estaba él. Su sonrisa me contemplaba acompañada siempre de un beso. Cuando por las noches tonteaba con los recien llegados él me miraba y con una sonrisa cómplice me animaba. Cuando dejaba de hacer las tareas de la casa o me olvidadaba de comprar la comida él las hacía y me disculpaba. Y cuando abusaba del alcohol y las pastillas me lo recriminaba pero nunca me dejaba solo. Me acompañaba siempre. Siempre.
Como esa noche.
Cuando sacaron su cuerpo roto y desmadejado del coche él seguía sonriéndome. Entonces me di cuenta. Lo entendí por fin.
Sentí sus pasos en la arena detrás de mi pero no me atreví a volver la cabeza. Sabía que su sonrisa estaría allí, iluminando la noche. Las galaxias se apagarían a su paso y el viento arremolinaría sus cabellos. Como siempre. Y me volví.
De repente se oyó un pitido. Breve. Todos los médicos observaron los instrumentos y se miraron sorprendidos. No puede ser. Su cerebro está muerto. No sobrevivió al accidente. Sus voces callaron pero todos pensaron en que poco conocían la mente humana. Quizá algunas neuronas siguen ahí, agrupándose sin fin. Como galaxias.
Dedicado a Theodore, que fue germen y musa de este divertimento.
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Que relato más hermoso, me ha gustado mucho y he conseguido sumergirme en la historia y hasta me ha inspirado para retomar mi novela. Saludos Parmenio!.
ResponderEliminarCuando estés en Estocolmo para recoger el Premio Nobel por tu novela recuérdame en tu discurso de agradecimiento jajaja "A Parmenio, que con su inspiración conseguí crear esta magna obra". ;)
ResponderEliminarAquí estoy siempre que necesites inspiración... otra cosa es que yo lo esté...
Un beso (novelesco)
Bonito relato, tendré que releerlo otra vez porque mi cerebro está reblandecido por el calor, jajajaj.
ResponderEliminarBesazos!!!
Tómatelo con tranquilidad Davichini, que no se va a mover de ahí. Ponte un hielo en el paladar y otro en el ombligo y ya verás como te refrescas. Luego vuelves y lo lees traquilamente jajaaj
ResponderEliminarUn beso (fresquito)
Hay veces que en la vida nos aparecen esas personas que nos hacen cambiar el rumbo hacía el camino más correcto, hacía ese momento en el que por fin conseguimos encauzar nuestra vida. Pero, se tienen que ir? No se, me dio cierta pena que acabara así el relato..
ResponderEliminarUn beso cielo
Lo se Alex. Me acordé de ti cuando estaba terminando el relato y de una entrada tuya de no hace mucho. Estuve tentado de cambiar el final... pero pensé que si me había salido así, debía dejarlo.
ResponderEliminarNo siempre se valoran a las personas hasta que se pierden. Entonces te das cuenta por el vacio que dejan.
Un beso (para que no te apenes)
Precioso texto, niño, te has lucido. Creo que nunca había sido musa de nada (que yo sepa, jaja), y desde luego aquí estoy bien orgulloso de la tarea.
ResponderEliminarAdemás, a mí es que me gustan estas historias de final trágico, yo tiendo mucho a hacerlas, a pesar de que en mi día a día no tenga tendencia al drama como parece. El otro día me dijeron en un comentario que para cuándo un final feliz. Es que la tragedia mola, en algo se tiene que notar nuestro "filogrequismo", digo yo, jaja. ¿O no?
Pero bueno, volviendo a lo tuyo...que me ha encantado, vaya :-)
Un beso (galactiforme)
Me alegro de que te haya gustado Theodore, que nunca había escrito nada por encargo jajaja
ResponderEliminarTienes razón sobre nuestro filogrequismo (me gusta la palabra). Anoche me acosté con otra idea diferente en la cabeza para escribir el relato y tenía mucho que ver con Demócrito... y es que no lo puedo evitar. A ver si dentro de un tiempo dicen Euripides, Sofocles, Esquilo y... Parmenio jejeje
Puedes ser musa cuando quieras ;)
Un beso (trágico)
Por posts como este te suelo decir que merece la pena leerte. Tienes un gran mundo interior (y exterior, por todo lo que viajas) y no sabes lo afortunados que nos haces al compartirlo con nosotros. Sigue así.
ResponderEliminarBesos (despiertos)
Muchas gracias Christian. Mi mundo crece con vosotros con cada entrada que escribo y con cada blog que leo. Cuando hablo con vosotros, aunque sea poco y a través de los comentarios, me aportáis visiones nuevas que incorporo a mi. Así es como crezco. Así es como me haceis crecer.
ResponderEliminarUn beso (desde el interior)
Ah que bonito, que hermoso y espléndido, me adentre y me lo imaginé todo! muchas gracias con este relato me voy a la camita :9
ResponderEliminarEspero que la atmósfera del relato no turbe tus sueños Pancho. Que sueñes con ánime y chulazos ;)
ResponderEliminarUn beso (de ensoñación)
jaj así que "galaxia" era tu palabra? Bueno, no está mal como propuesta y muy bien como relato... Me gusta lo de la luna que rielaba, jaja Y es verdad que las barcas siempre te clavas alguna astilla, jaj eso me recordó mis veraneos de pesca en barca.
ResponderEliminarBueno, tener tantos amantes es difícil, y más para una persona que parece sensible y que busca el amor.... Porque todos tenemos una estrella y todos tenemos un amor y el mío es ALDEBARÁN, jaja...
Muy emotivo, cari, a veces surgen esos milagros, el de la vida, el de la naturaleza, el del amor. Bezos
Sí thiago... Theodore me adjudicó "galaxía". Menos mal que no escogió trigémino o estulticia jajaja
ResponderEliminarLa verdad es que hasta que no empecé a teclear no tenía ni idea de lo que iba a escribir... y ha salido lo que ha salido ;)
Y que conste que no es autobiográfica, que ni he tenido tantos amantes (eso seguro) ni estoy muerto (esto está por comprobar) jejeje
Disfruta de tu Aldebarán todo lo que puedas, que yo soy más de la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer...
Un beso (desde Tauro)
No me des ideas, que la palabra trigémino me gusta, me gusta.... Capaz soy de endilgártela en una Gramola vol.II....
ResponderEliminarUn beso (en jukebox)
Has hecho magia con la galaxia, se te puede considerar un galáctico de los posts, a tus años, jejeje. Bueno, relato triste, que espero no tenga nada que ver con la realidad, pero luego pienso, en esas noches de verano, en un mirador en mi pueblo, monte arriba de madrugada, en buena compañía, viendo esa lluvia de estrellas y todas las galaxias que están a tu alcance, y me recorre un escalofrío, por que yo también me he sentido agujero negro, y hay compañías que ya no estarán para ver el cielo.
ResponderEliminarBicos ricos
Que miedo me das Theodore jajaja que te veo consultando el María Moliner para encontrar las palabras más extrañas y escribiendo interminables posts con palabras abstrusas.
ResponderEliminarUn beso (asustado)
jajaja me ha gustado eso de "a tus años" Pimpf ;) Soy un galáctico como Zidane, achacoso pero de buen ver... aunque con menos dinero jajaja
ResponderEliminarTranquilo, que el relato no tiene nada de realidad. Es totalmente inventado. Me salió así a medida que iba escribiendo. Sólo he mezclado recuerdos de una playa nocturna y muchas noches mirando las estrellas.
Yo también he perdido ya a algunos amigos que ya nunca podrán mirar las estrellas conmigo, pero su recuerdo no se ha perdido.
Me alegro de que te haya gustado.
Un beso (bajo las estrellas)
Pues ya sera tiempo que regreses a México Parmenio. Besazos.
ResponderEliminarLo haré. De eso no tengo duda Álvaro, que me enamoré del país, de su comida y de sus gentes. Y cuanto me queda por conocer...
ResponderEliminarUn beso (y una chela)
Quién sabe lo que habrá después de la última conexión neuronal...¿Volveremos a las galaxias de las que venimos?
ResponderEliminarMenudo invento la gramola de Theo, cuánto arte está sacando a la luz.
Besotes.
El dia que lo descubramos ...Runagay probablemente ya no necesitaremos los cuerpos y seremos todo neuronas y galaxias. Quien sabe si las galaxias no son más que neuronas de otros seres...
ResponderEliminarLa verdad es que Theo ha conseguido movilizar a bastantes blogueros. Así se crea un líder jajaja
Un beso (o sinapsis)
Creo que cualquier cosa que diga, a parte de que ya está dicha, sería como quitarle algo de protagonismo a estas líneas maravillosas.
ResponderEliminarAsí que me cierro mis labios, y miro al cielo, para disfrutar de la galaxia...
Besos.
muchos.
envueltos.
Miraremos juntos el cielo Tatojimmy y las galaxias hablaran por nosotros. Sin palabras.
ResponderEliminarUn beso (envuelto. Para ti)
Qué pasada de relato, me has puesto la carne de gallinaaaa... piensa seriamente en escribir una novela... seguro que nos mantendrías enganchados ;)
ResponderEliminarBesos!
Exageraooooo :)
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado 30ñero... Es la primera vez que escribo un relato totalmente inventado. Normalmente escribo cosas de las que sé, conozco o que me han pasado, pero creo que no tengo talento para crear historias originales. Ya te digo que es mi primera vez, y dicen que la primera vez nunca se olvida ;)
Un beso (cuantista)
No exagero y si no te atreves con novela pues un libro de relatos :P ¿Qué no tienes talento? Por favor! Sólo hay que leer eso. La primera vez, muchas veces, es olvidable jajajaja
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias 30ñero... tómate algo que yo te invito jajaja Tu si sabes como subirme el ego un martes de trabajo ;)
ResponderEliminarA lo mejor ha sido como lo del burro que sopló la flauta por casualidad jajaja Si algún día escribo algo ya lo pondré por aquí para que lo vapuleéis y me tiréis tomates. Pero que los tomates sean ecológicos, que así el gazpacho sabe mejor, o al menos cherrys que son más chiquitajos.... :D
Un beso (con ego y superego)
Uffffff, que texto más duro pero que bonito. Te has lucido, como las estrellas de las que hablas. Misión complida, tu palabra ha sido muy bien empleado así que Theodore estará la mar de orgulloso, a mí desde luego me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso so guapo
UT
oh"! q bonito, q bueno q pase por aqui, el fin es triste :(
ResponderEliminarGRACIAS PARMENIO por escribirme comentarios en mi blog... por visitarme a pesar de mi ausencia... Me gusta mucho tu blog, por ello me hice seguidor... Aprovecho para saludarte y desearte un FELIZ DÍA DEL AMIGOOO!
ResponderEliminarUn fuerte y cálido abrazooo!
Para estrellas bonitas las tuyas Ut :)
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Theodore ha tenído una ídea genial que ha hecho esforzarnos a un montón de blogueros y creo que el resultado de todos los participantes le ha gustado lo suficiente como para amenazar con hacer más gramolas jajaja
Un beso (con estrellas)
Bienvenido Onix. El final es triste, pero es que la vida no siempre es alegre. Espero que la tuya si lo sea.
ResponderEliminarUn beso (c´est la vie)
Bienvenido de nuevo Nano. Aquí serás recibido siempre con los brazos abiertos. Yo te seguiré visitando y espero seguir soñando juntos. Feliz día del amigo.
ResponderEliminarUn beso (amigable)
puff, un relato desgarrador, eh, pero, me ha gustado, escribes muy bien. Un placer leerte de nuevo. besos
ResponderEliminarBienvenido de nuevo de tu periplo mallorquín ;)
ResponderEliminarEl placer es mío si te ha gustado. Gracias por lo que me toca.
Un beso (compostelano)
Si esos que se acercan a ti, brillan, probablemente su luz sea la tuya; eso es cierto en muchos sentidos... porque la gente es gente; pero si alguien los mira bien... :)
ResponderEliminarBesos
También podría ser que yo fuese radiactivo Antwaters ;)
ResponderEliminarPero me quedo con tu propuesta. Me gusta ser un sol y los demás mis planetas brillando con mi luz... El problema en este caso es que si se acercan demasiado igual se queman... Ummmh no se si me gusta alguna de las propuestas jajaja
Un beso (solar)
vaya mierda de relato
ResponderEliminarHacia tiempo que nadie hacia un análisis tan conciso y a la vez profundo de mi relato. Muchas gracias por hacerme partícipe de tu opinión, mi anónimo lector. No te haces idea de cuanto la valoro.
ResponderEliminarUn beso (meditativo)
¡Pero qué ingorante es la gente!... A Anónimo no le puede haber gustado tu relato, pero ni siquiera tiene el ingenio de deducir lo interesante que es pasar una noche contigo observando, contemplando y recibiendo explicaciones de las estrellas exteriores e interiores...
ResponderEliminarYo lo decía el evangelio: las perlas no están hechas para los cerdos... jajajaj!
¡Ayyyyyyyy! ¡con lo que disfrutaríamos todos en una de tus noches estrelladas!
Besos, chico de los relatos enigmáticos!!!!
Cada uno tiene su sensibilidad Angel, y lo que a uno le llega al corazón a otro le deja frío. A nuestro anónimo crítico, este relato le ha causado un mortal aburrimiento :) pero para mi, que no soy más que relator de mis propias galaxias, este relato me gustó, que no soy de crear historias de la nada y que saliese este texto para mi más que satisfactorio.
ResponderEliminarUn día deberíamos hacer una quedada bloguera bajo las estrellas de una playa desierta. Sería inolvidable.
Un beso (titilante)