martes, 18 de mayo de 2010
Desgarrando el alma
Mi segundo intento de salir del armario se produjo en agosto. Vista mi incapacidad para hablar con mis hermanos decidí intentarlo por otro lado. Todos los años solemos coincidir un grupo de amigos en la playa durante la primera quincena de agosto. Los conozco desde hace más de 30 años y aunque cada uno vive en una ciudad diferente solemos mantener el contacto y reunirnos dos o tres veces cada año. La principal de ellas en verano. Son mis amigos más antiguos y los mejores que tengo.
El día elegido era una noche que salimos a cenar todos, lo que es bastante dificil porque ya tienen hijos la mayoría y es dificil coincidir. Después de cenar fuimos a un bar en la playa con un estilo chillout a tomar unos mojitos. Ese debía ser el momento apropiado. Y mientras tomaba mi primera copa haciendo acopio de fuerzas y valor surgió el tema de la homosexualidad. No se quien lo sacó ni como fue, pero antes de cinco minutos los chistes surgieron y a partir de ahí el nivel de los comentarios fue subiendo por momentos. Yo me quedé bloqueado escuchando, y como el día con mis hermanos me fui hundiendo cada vez más en un proceso autodestructivo. No abrí la boca en el resto de la noche.
A la mañana siguiente, uno de mis amigos, Nathan, me preguntó si me había enfadado por algo. El no había notado nada la noche anterior, pero mi amiga Stella si se fijó. No me dijo nada pero se lo comentó a Nathan. Le respondí que no, que eran cosas mías y que no me había enfadado con nadie. Y lo dejamos correr. Y los días del verano pasaron y no lo volví a intentar.
Un mes más tarde, en septiembre, nos volvimos a reunir todos un fin de semana. En este caso en la montaña. Es una costumbre que hemos instaurado desde hace unos 6 años más o menos. Son las fiestas del pueblo donde vive Stella con su marido, y subimos a comer bien, a disfrutar de las fiestas, a hacer alguna excursión y a respirar un poco de aire puro. Y decidí volver a intentarlo.
La primera noche fuimos a cenar a un buen restaurante de la zona. Un menú degustación con platos de autor, al estilo de El Bulli. Los platos iban saliendo y los comentarios a cada uno se sucedían. Unas veces con admiración, otras con sorpresa y otros con indiferencia. La conversación estaba muy animada aunque yo no participaba demasiado. Estaba en tensión, buscando el momento adecuado para sacar el tema. Pero los platos se sucedían y yo no me lanzaba.
Poco a poco me di cuenta de que una vez más la situación me superaba y que no tendría el valor de decir nada. Una vez más. Estaba hundido y desgarrado por dentro. Casi no podía ni comer y la cabeza me daba vueltas. En mi vida había sufrido un momento de dolor como ese. Y lo que me dolía era el alma.
Terminamos de cenar y fuimos a la plaza del pueblo donde las fiestas estaban en su apogeo. La gente bailaba y reía con la música y yo casí no me podía tener en pie. Dejé a mis amigos en una barra pidiendo unas copas y me fui a una calle lateral a intentar tranquilizarme. Casi no podía respirar. Me senté en un mirador y dejé que el aire frío de la montaña me diera en la cara. Y entonces llegó Nathan.
Ni me di cuenta de que venía detrás mío. Más adelante me contó que estaba totalmente pálido y con la cara desencajada y que se asustó y me siguió. Me preguntó si me pasaba algo. Y le respondí que no. No se lo creyó. Volvió a preguntar y me dijo que si era por una chica. Le contesté que no era por una chica. Y fue entonces cuando hizo la pregunta. ¿Es por un chico?... Y en ese momento me derrumbé totalmente. Me eché a llorar y le dijé que sí. Que era gay. Y que estaba roto por dentro.
Se quedó en silencio y me dejó llorar y sacar todo lo que tenía dentro de mí. El dolor, la rabia, la frustración, la soledad. Pasaron unos minutos en que estuve llorando incontroladamente y cuando conseguí controlarme estuvimos hablando un rato. No recuerdo mucho de esa conversación. El dolor que sentía mezclado con el alcohol han convertido en brumosa esa parte. Pero si recuerdo que le pedí que no dijera nada a los demás, que guardara el secreto porque estaba totalmente vacío por dentro. Prometió guardar el secreto y regresamos a la fiesta. Aunque yo no pude disfrutarla.
Tan grande fue el dolor y la catarsis de esa noche, que aún ahora, mientras escribo, las lágrimas mojan mis mejillas.
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Diste un primer paso, al final la situación te forzó, pero eres un valiente y diste el primer paso, después de ese paso llegarán otros. Lo difícil es dar el primer paso, pero luego te acostumbras a dar uno detrás de otros, cada vez es más fácil, y la angustia menor.
ResponderEliminarSi Nathan lo aceptó bien, los demás también lo aceptarán si realmente son buenos amigos, te aceptarán como Parmenio, no como gay, seguirás siendo el mismo y habrás ganado tu reconocimiento, tu sexualidad, que mereces disfrutarla porque es tuya, sólo tuya y ahora tienes la oportunidad de ir demostrando lo que realmente eres, una persona, nada más, alguien a quien le gusta la gente de su mismo sexo, pero sobre todo una persona con unos valores.
Besazos filosóficos!!
La verdad es que no me considero un valiente davichini. Realmente no pude decir nada, ni esa vez, ni la anterior en la playa ni a mis hermanos. Fue algo totalmente involuntario. Si Nathan no hubiese hecho esa pregunta yo probablemente habría callado una vez más.
ResponderEliminarPero aunque sea involuntario fue un paso. Y fue un paso que me ha permitido seguir avanzando. Y se que llegaré. No se lo que tardaré pero se que llegaré.
Un beso (platónico)
Entiendo que tengas miedo al rechazo: en realidad, todos lo tenemos pero por qué crees que tus amigos no te aceptarán tal y como eres? Ponte en su lugar: si fuese uno de tus amigos el que estuviese en tu situación y te lo contase a tí, qué harías?
ResponderEliminarBuscar un momento adecuado para decírselo a un grupo es un muy difícil pero estoy segura de que ninguno de tus amigos te defraudará.
Y pasa de los comentarios y chistes. A veces las personas somos así: cuando estamos en ambientes distendidos decimos un montón de bobadas que en realidad no sentimos.
Besitos.
Hola CaféOlé... Bienvenida a mi blog
ResponderEliminarEl miedo existe siempre, es algo intrínseco al ser humano, lo que pasa es que algunos lo llevan mejor que otros. Y el miedo social es uno de los más arraigados. Somos animales sociales y necesitamos ser aceptados. El miedo al rechazo es muy fuerte.
A mi no me importaría que un amigo mío fuese gay, pero yo soy parcial ;) Pero alguno de mis amigos son muy "conservadores" y religiosos.
En mi fuero interno creo que lo aceptarán todos. Pero siempre queda el resquemor, el "y si..."
Un beso (de bienvenida)
Qué liberación, verdad? aunque haya ocurrido de esa forma... pero seguro que te quedaste como nuevo. Por lo que cuentas pienso que Nathan se lo tomó bien, y si te hizo esa pregunta es porque a lo mejor era más evidente de lo que tu creías, incluso puede que ya lo hubiesen hablado entre ellos.
ResponderEliminarCada vez que se lo digo a un amigo (ya van unos cuantos pero aún me quedan muchos más) me quito un peso de encima, y a partir de ese momento es más fácil para mí mostrarme como realmente soy, hablar sin pensar que digo, tratar ciertos temas con normalidad e incluso hacer bromas sanas.
Todos me han comprendido y ayudado... aún así y habiendo tenido ese apoyo, me cuesta mucho abrirme con el resto de mis amigos.
Todo llegará...
Un beso
UT
... y las mías, cabrón, jaajaj Me has hecho llorar ya tan temprano, por dios...¡Pa matarte!. Entiendo esas situaciones y me hago cargo, y esa sensación de estar tan pendiente de soltar algo que no te enteras ni disfrutas de la conversación general...
ResponderEliminarLo que pasa es que ya que se lo soltaste a Nathan, pq te dejaste vencer por el miedo si en el fondo era lo que buscabas? Te dejaste llevar por otro momento de pánico, pero era ya el momento de seguir adelante.
De todas maneras, espero que estoy continue, pues por mucho que le digas a un hombre casado que guarde silencio, siempre se lo dirá a su pareja. Y es lógico. Yo tb. lo haría, siempre digo que a mi nadie me cuente nada que no le pueda decir a mi novio, todo se lo voy a decir, no podría vivir con un secreto con él. Y su mujer se lo dirá a su mejor amiga.... y así sucesivamente. Creo que finalmente has salido del armario, aunque no te hayas dado cuenta, jaja
Y cari, gracias por eso, esta muy bien, si ves? no hay más que ponerse, jajaja ya te haré tu carnete, eh. Bezos.
Esa primera vez no lo sentí como una liberación, Ut. Pocas veces en mi vida he estado tan hundido como esa noche. Salió de mi como un torrente, pero no sentí en ese momento nada agradable. Tuvieron que pasar casi 48 horas para empezar a darme cuenta de lo que supuso esa confesión.
ResponderEliminarY por lo que sé, nuncan nadie se había planteado que yo fuese gay, salvo por las típicas bromas por ser cuarentón y soltero. Pero sólo bromas sin malicia, sin haberlo pensado en serio nunca.
Fue una noche terrible. Pero abrió el camino.
Un beso (estrellado)
Ay Thiago... guarda esa lágrimas plateadas para otro que las merezca más, que con uno que lloré ya hay suficiente.
ResponderEliminarEsa cena y esa conversación no existen para mí. No recuerdo ni una palabra de lo que hablamos esa noche. Sólo buscaba en cada frase el momento adecuado, sin escuchar realmente nada.
Eso que planteas es realmente lo curioso de la situación. Subí con idea de contarlo y no pude. Y cuando hice lo que quería quedé destrozado. Pocas cosas son más incongruentes que la psique humana.
Nathan es uno de los tres de los que estaban allí que también es soltero (incluyéndome), así que no tengo el problema de que se lo cuente a su pareja jajaja...
Y ya no se si fue queriendo o sin querer pero sí, esa noche salí del armario. En realidad hubo otra previa que ya contaré, pero fue tan aseptica que nunca la he considerado como salida del armario.
jajaja me alegro que te gusten esos ripios mal enlazados y bienvenida sea tu subscripción a este blog de lágrimas ;)
Un beso (lacrimoso)
Parmenio, hay que tenerle miedo al miedo, si ellos no te aceptan, tú tampoco deberías aceptar a alguien que te rechaza por una parcela de tu vida tan intima y que a ellos no les incumbe, pero estoy seguro que te seguirán queriendo por ser como eres. La vida la hacemos muy complicada, no merece la pena pasar tan mal trago como el que pasastes...poco a poco soltarás lastre ;-)
ResponderEliminarbsote
Si la teoría la conozco, Alforte. Cuando voy tengo la determinación de hablar. Pero cuando estoy las palabras no salen. Supongo que con el tiempo esto lo recordaré y me reiré, pero mientras tanto es un agobio y un pequeño infierno. Espero que al final del camino esté el cielo. ;)
ResponderEliminarUn beso (esperanzado)
Bufffffff, la verdad es que es la primera vez que entro en tu blog y no sé ni que decirte realmente. Mira que soy un tío de recursos pero me he quedado sin palabras, sólo decirte que bueno, que los comienzos son duros pero luego verás que hiciste lo mejor y que salir del armario te demostrará quien merece la pena y quien no.
ResponderEliminarBesos.
Bienvenido a mi pequeño rinconcito Christian Ingebrethsen (A.K.A Reykjavik) ;)
ResponderEliminarGracias por los ánimos. Llevo poco tiempo por aquí, escasamente un mes, pero espero que lo que cuento le interese a alguien y sobre todo que en el futuro alguien pueda sacar alguna idea para si mismo que le ayude.
Se que es duro pero que mejorará. Esa es mi esperanza y por eso sigo adelante. He iniciado un camino ya hace un tiempo y espero llevarlo hasta el final. Se que no es fácil pero el premio merece la pena
Un beso (Eyjafjallajokull)
Muchas veces nos tienen que dar pie a esas situaciones. Yo hace un ano y pico estaba destrozado y se me notaba mucho. Irascible cada dos por tres, triste y bastante antipático con todo el mundo y todo ello porque la situación me estaba sobrepasando de tal manera que mi cuerpo y mente reaccionaba muy mal. Cada uno tiene su momento y bueno, quizás ahí tendrías que haber aprovechado a charlar tbm con su mujer. Para esto, ellas son mas comprensivas y al menos a mi me resulta mas sencillo. Directamente solo se lo he dicho a un amigo, el resto han sido todo chicas que luego senlo han dicho a los susodichos, jajaja.
ResponderEliminarComprendo muy bien esa sensación pero ya te dije lanotra vez que no es bueno plantearlo para soltarlo un día. Tus amigos hacen esas bromas porque es lo jodidamente "normal". Es como hacer chistes de Lepe. Jode y mucho, pero por desgracia, ahí están.
Es normal que te sientas así. Me has traído muchos recuerdos de esos momentos que aun hoy se repiten algunas veces.
Un beso cielo
Lo que describes, Alex, sobre que te encontrabas mal y tu cuerpo y mente no reaccionaba bien, es lo que siento yo ahora.
ResponderEliminarLlevo una año y medio muy bajo de defensas y me he puesto enfermo muchas veces, y creo que se debe a un problema mental más que físico. El sufrimiento y la ansiedad me están debilitando brutalmente. Y soy consciente de ello. Por eso intento acabar con esta fase cuanto antes, porque está afectando a mi trabajo, a mis relaciones, a mi estado de animo...
Será normal sentirse así... pero es una putada ;)
Un beso (consciente)
Ya más de un año. Te leo mejor... más liberado y con menos pesos.
ResponderEliminarEn todo caso, sigo insistiendo... ¿de qué sirven las obsesiones de querer dar tantas explicaciones? Eres una persona y el respeto se te debe como persona. Lo demás, es accidental y no exige explicación ni justificación.
No obstante... espero que estos momentos te hayan liberado de tus preocupaciones internas. Que si es así, bien sea el trago!
Besos!
Por cierto... ¡qué envidia tan grande me das con esos paseos por esos preciosos parajes!
ResponderEliminar+Besos!
Precisamente este fin de semana he estado en el mismo pueblo y con los mismos amigos Angel. Como todos los años. Nathan me ha acompañado una vez más y Stella ha ejercido de anfitriona perfecta.
ResponderEliminarHan pasado justo dos años del momento que contaba aquí y aunque ahora estoy más relajado, esa necesidad de dar explicaciones sigue bullendo en mi. Sé qué no tengo que hacerlo ni tengo ninguna obligación, pero la realidad es que si la tengo para conmigo mismo. Necesito vivir en paz con mi mente y eso no lo lograré hasta que pueda vivir abiertamente y a la vista de todos mi sexualidad. Sin tener que ocultarla.
¿Por qué tengo esa necesidad? No lo sé, quizá porque es una reacción a los años de represión mental, pero el caso es que la tengo. Y me hace daño. Cada día.
A mi también me encantan esos parajes montañeses. Pasear por ellos me relajan cuando más lo necesito. Son una forma de abrir la espita de mis turbulencias mentales.
Un beso (con el aire fresco del atardecer)
Joder tío! Mira que lloro como una nena y eso no es lo malo, lo malo es que estoy en la oficina.
ResponderEliminarYo que pensé que mis llorerias quedarían limitadas a la madrugada en el garage de la casa junto al perro.
Será que sentí lo escribías, será que lloro por cualquier cosa, será que lloro por que no he podido dar ese paso en mi vida. O será todo junto, no tengo la menor idea.
Para poder seguir tendré que decir que tengo la alergia.
Un abrazo.
No quisiera que las penurias de alguien que está al otro lado del atlántico te causaran un perjuicio en el trabajo David, aunque la idéa de la alergia es muy buena :)
ResponderEliminarDar ese paso ha sido una cosa de las más difíciles que he hecho en mi vida, y eso que realmente ese momento no fue como lo imaginé y tuvo que ser las circunstancias las que lo provocaran. Pero ahora, mirado en perspectiva, fue una de las mejores cosas que me han ocurrido, aunque aquél día fuese uno de los que peor lo he pasado en mi vida.
Un beso (porque es posible)
Buenas Parmenio, tan sólo quería darte la enhorabuena por el blog y porque has conseguido emocionarme y describir exactamente lo que sentí y viví cuando empecé con todo esto de "salir del armario". Éste y el de "un dolor que corroe", casi me han hecho llorar recordando aquellos días, que parecen lejanos pero fueron hace 2 años y medio más o menos. Fue una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida y uno de los peores dias también, pero hoy en día todo ha mejorado, aunq aún queda mucho por hacer sobre todo en el campo familiar.
ResponderEliminarUn abrazo!
Me ha sorprendido mucho que comentes que fue hace dos años y medio cuando empezaste con esto de "salir del armario" Estode, porque precisamente lo que cuento aquí ocurrió precisamente hace ese tiempo, en septiembre de 2009.
EliminarAunque, como a ti, me parece que ocurrió hace una eternidad por todo lo que he vivido desde entonces, sigo teniendo esa sensación de dolor cuando intento salir del armario con otras personas. Sigue resultándome casi imposible hacerlo y reacciono de la misma forma, hundiéndome poco a poco de nuevo.
Fueron días muy malos en los que sufrí tanto que me sorprende que consiguira salir adelante. Pero a pesar del tiempo pasado aún estoy atrapado en mis miedos. Ojala un día pueda leer esto de nuevo y sonreir de lo estupido que fui, pero de momento todavía es real.
Me alegro mucho que te haya gustado y que sientas que no eres el único que ha pasado por esto. Siéntete bienvenido por aqui y regresa cuando quieras.
Un beso (de bienvenida)