jueves, 16 de diciembre de 2010

Ignominia


Tras dos días remontando el río Mekong en barco, el autobús que me llevaba hasta Phnom Penh, la capital de Camboya, entró en la ciudad sobre las dos de la tarde. Observé con curiosidad las calles desde mi ventanilla hasta entrar en una plaza repleta de pequeños puestos y abarrotada de gente. Tras abrirse paso con dificultad entre la multitud se paró en una calle lateral frente a lo que parecía ser una sencilla estación de autobuses: un mostrador con dos ventanillas y unas mesas donde sentarse a esperar mientras tomas algo de la nevera portatil que exhibía un chico de unos diez años. Unos ventiladores en el techo intentaban aliviar un poco la sensación de bochorno.

Mientras se abrían las puertas del autobús y los de delante descendían lentamente, una multitud de chicos jóvenes saltaban detrás de una valla con gestos grandilocuentes compitiendo entre ellos para ganar nuestra atención. Ofrecían sus servicios como conductores de motos y tuk-tuks para llevarte a agún hotel donde les dieran comisión. Me fije en uno de ellos que me sonreía y me hacía gestos de que se quedaba con mi cara. Me reí y él se rió conmigo.

Ya con la mochila a la espalda y la pequeña mochila de la cámara de fotos en el pecho me dirigí hacia él. Regateamos entre bromas y le pregunté que si podría ir en la moto con las dos mochilas. Puso cara de extrañeza por mi pregunta y me dijo que no había problema. Y me monté. Atravesé la ciudad mientras pensaba que en cada esquina íbamos a volcar desequilibrados por el peso de mis mochilas, pero cada vez que la moto se inclinaba demasiado su cuerpo contrapesaba lo suficiente hasta lograr de nuevo la verticalidad.

Quedaban pocas horas de luz y tras darme una ducha rápida en el hotel cogí otra moto que me llevó a la antigua prisión S-21 "Tuol Sleng". La prisión era un conocido colegio que bajo el régimen de los Jemeres Rojos de Pol Pot se convirtió en prisión secreta y centro de tortura entre 1975 y 1979. Durante esos cuatro años se calcula que pasaron por su celdas entre 14.000 y 20.000 personas. De todos ellos solo 7 sobrevivieron.

Los detenidos eran fichados y fotografiados al entrar y se les inculcaba un reglamento de comportamiento que anulaba completamente su voluntad. Cualquier gesto, cualquier duda al responder o cualquier iniciativa era castigada con latigazos o descargas eléctricas. Incluso los gritos durante las penas eran castigados con más latigazos.

Junto con los detenidos se arrestaba a toda su familia pues el régimen consideraba que eran tan culpables como él. No había distinción ni por sexo ni por edad. Todos eran culpables. Se les acusaba de traición a la revolución y si no confesaban eran torturados. Hasta tres niveles de torturas se les aplicaban hasta que se derrumbaban y confesaban. Todo el sistema estaba creado para lograr el máximo dolor en las víctimas. Los propios guardias no conocían la razón del arresto y si dudaban al inflingir los castigos eran torturados asimismo.

Durante la estancia en la prisión vivían aislados y encadenados por los pies. Asustados. Aterrados ante la siguiente sesión de tortura. Cuando no podían más acusaban a algún conocido que inmediatamente pasaba a engrosar las listas de los detenidos. La rueda giraba y la maquinaria se engrasaba con sangre.

Entré por la puerta principal y me encontré dos patios gemelos. Enfrente mio, los edificios del colegio formaban una "E" cuyas sombras bajo el atardecer cubrían las tumbas de los últimos ejecutados. Cuando el ejército vietnamita entró en la prisión encontraron los cuerpos todavía atados y torturados salvajemente de los últimos prisioneros. Les sacaron fotos para que el mundo no olvidase ese horror y los enterraron allí mismo.

Entré en el edificio de la izquierda y me encontré unas habitaciones desnudas con las camas donde se encontraron los cuerpos torturados. En la pared una foto terrorífica tomada aquél día. Nada se ha tocado desde entonces.

Con el corazón encogido fui entrando en las demás habitaciones. Cada foto y cada tortura era peor que la anterior. No es que no quisieran dejar testigos sino que se habían ensañado con sus víctimas. A conciencia. Con crueldad metódica.

Dejé ese edificio y me dirigí al siguiente donde en interminables paneles pude ver las fotografías que tomaban a los prisioneros cuando ingresaban. Y junto a ellas las fotos de sus cadaveres torturados. Porque para probar que los guardias habían cumplido su trabajo los fotografíaban al terminar con ellos.

Paseé entre ellos y me fijé en sus miradas. Alguno incluso sonreía a la cámara sin imaginar lo que le esperaba. Había cientos de fotos. Miles. Y todos fueron torturados. El solo pensamiento bastaba para revolver el estomago. Una mujer contemplaba las fotos mientras se tapaba la boca con un pañuelo. Sus ojos brillaban vidriosos. De repente salió fuera y se sentó en un banco a respirar lejos del aire malsano de los expositores. Su marido la siguió y la abrazó. Me daban la espalda y no podía verles las caras, pero sus cabezas apoyadas una contra otra mientras ella temblaba fue suficiente.

Abandoné el edificio y me interné en el siguiente patio. Aquí el edificio principal se encontraba cubierto de alambre de espinos para evitar que pudieran salir los prisioneros. Dentro de las antiguas aulas colegiales se habían levantado toscos muros de ladrillos que dividían en pequeñas celdas las salas. Paseé entre ellas y me introduje en una. El espacio era diminuto. Cerré los ojos e intenté imaginarme lo que habrían sentido entre aquellas paredes, torturados, oyendo los gemidos de sus compañeros y con los pies inmovilizados por un cepo, pero la cordura humana impide imaginar tanto horror.

Las siguientes salas mostraban más fotografías. Las miraba una a una hasta que me di cuenta de que no podría nunca verlas todas. Sentí que los traicionaba un poco si no los miraba pero el número era inabarcable. Con una mirada a mi espalda me adentré en otra sala donde se podían contemplar algunos de los ingenios de tortura que habían utilizado los jemeres rojos para arrancar sus confesiones. Unos cuadros en las paredes mostraban recreaciones de ellas. Fueron pintado por Vann Nath, un reconocido pintor camboyano. Si buscáis su nombre en "Google Imágenes" encontraréis muchos cuadros que os darán una idea de lo que fue vivir en ese infierno. Vann Nath fue uno de los 7 afortunados que sobreviviron a la prisión.

Salí al patio ahíto de horror y los gritos espontaneos de unos niños jugando ajenos a lo que allí ocurrió me hicieron despertar de mi ensimismamiento. La prisión está ahora abierta al público y los camboyanos entran gratis. Los niños correteaban y saltaban riéndose sin parar. Esos gritos de diversión infantil son el mejor remedio que podía encontrar después de contemplar lo bajo que podía caer el ser humano.


36 comentarios:

  1. Buf. Creo que cualquier comentario sobra.

    El horror.

    Un beso (lívido)

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  2. Gracias por compartirlo con nosotros, Parmenio. Muy bien tratado por tu parte, como siempre. Me puedo hacer una pequeña idea de las torturas de antaño y me estremezco. Da muchísima rabia pensar el daño que un ser humano le puede llegar a provocar a otro, ni los animales más salvajes usan tanta crueldad con sus "presas". Muchas personas que fallecieron injustamente, entre gritos del máximo dolor, verdugos que impunemente cometieron semejantes atropelías sin reparo hacen ver lo vomitivo que puede llegar a ser una persona. El recuerdo siempre seguirá vivo y hasta en el rincón más inóspito del planeta habrá que luchar por que semejantes barbaridades NUNCA más vuelven a suceder.
    Un abrazo.

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  3. te estoy leyendo desde el trabajo a las 2 de la mañana y como dice theodore ante este tipo de historias cabe decir bien poco. Me cuesta entender y concebir esa capacidad que tenemos los seres humanos de odiar e inflingir dolor a nuestros semejantes. Siempre tiendo a conservar una fe en las personas que cada dos por tres alguien se preocupa en demostrarme que es injustificada. El siguiente souvenir del viaje nos toca dulce,vale? Un abrazo y gracias por el testimonio que aunque duro,es necesario que la gente y la Tierra no olviden.

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  4. :( voy a tener pesadillas!
    la verdad ahora no se me ocurre un comentario jaja, estoy impactado...y fue tan rciente!todavia que fueran de la santa inquisición hace muchos años, pero no, tan poquito tiempo, duele mucho.
    un beso marca tigreton

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  5. Ver las barbaridades que hicieron me dejaron impactado Theo. ¿Cómo pudieron hacer algo así? Creo que no lo comprenderé nunca.

    Un beso (para que recuperes el color)

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  6. He procurado suavizarlo un poco Bo Tare, para no caer en descripciones morbosas aún a costa de perder impacto en la descripción. Y he dejado un poco a la imaginación de cada uno el intuir como eran las torturas, pero fueron realmente brutales.

    Casi todo el mundo recuerda a los Nazis y los campos de concentración pero el genocidio en Camboya es muy desconocido. Fueron cuatro años de horror sin igual porque fue un régimen paranoico que se devoraba a si mismo en una espiral de terror sin igual. Ojala nunca ocurra de nuevo, pero hechos como estos te minan un poco la confianza en el género humano.

    Un beso (para no olvidar)

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  7. Poco hay que decir efectivamente un-angel. Cuando observaba las fotos en los expositores, muchas de niños, me quedé mudo frente a tanto horror. Fue una maquinaria encaminada a exterminar a "todos los enemigos de la revolución". Pero bajo torturas todo el mundo se declara culpable.

    Intentaré que otras entradas sean más agradables, pero en realidad aún queda una segunda parte de ésta que he tenido que dejar fuera por su excesiva longitud. No se si la escribiré ahora o la dejaré para más adelante.

    Un beso (nocturno)

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  8. Eso es de lo que más duele Pancho. Qué después de la barbarie Nazi todo el mundo pensaba que no se podría repetir. Y lo han hecho de nuevo. Y aún más cruel. Parece que son cosas del pasado y han ocurrido mientras vivíamos nosotros. Nunca aprenderemos.

    Un beso (para que duermas tranquilo)

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  9. nunca deja de horrorizarme lo perverso e intolerante de la naturaleza humana.
    Duele solo con pensarlo, pero me quedo con esas risas infinatiles que nos recuerdan que pese a todo la vida sigue y puede ser alegre
    Besos

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  10. Solo el ser humano es capaz de ser tan cruel consigo mismo. Hay días que da verdadero miedo de como alguien puede llegar al poder de esa forma y hacer este tipo de cosas, y que además, quedan practicamente silenciadas, porque muchas no se conocen. Es doloroso y triste, y sobre todo, austa mucho.

    Un beso cielo

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  11. Adrianos: Es ese consuelo de la risa infantil lo que nos da un mensaje de esperanza de que a pesar de lo que han hecho sus padres y abuelos ellos vuelven a empezar de cero sin cargar con sus culpas o pecados.

    Un beso (esperanzado)

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  12. Es incomprensible que esas personas lleguen al poder Isra, porque no estamos nunca a salvo. Da igual que seamos un país "civilizado" o no. Da igual. La Alemania pre-Nazi era la sociedad más culta y abierta de Europa y llevaron a Hitler al poder. En Camboya una revolución para ayudar al pueblo acabó con un genocidio. Y que la gente no las conozca como dices lo hace doblemente doloroso.

    Un beso (para que todo el mundo lo sepa)

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  13. Madre mía, qué miedo, es bueno que todo esto salga a la luz y la gente sea consciente del horror vivido por esa gente. Que se tome consciencia de que las guerras y las dictaduras no llevan a ninguna parte, sólo a la desgracia.

    Besazos!!!

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  14. El hombre es un lobo para el hombre mientras la vida sigue igual.
    Bso

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  15. El poder absoluto y la impunidad siempre derivan en lo mismo. Independientemente de las ideas políticas o las razas. Es el hombre y conviene que no lo no olvidemos. Bien por ti.
    Un abrazo

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  16. Gracias por hacernos partícipe de algo así. Algo sabía por las noticias y tal pero muy poco, aún así me ha parecido algo monstruoso...

    Besos con escalofríos.

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  17. Verás que todo es mentira,
    verás que nada es amor...
    que al mundo nada le importa!
    Yira... Yira...

    Yira-yira (tango)

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  18. increíble¡¡¡¡ como dice una colega:"cada vez conozco mas al hombre y me quedo con los animales"

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  19. Esa era un poco la idea de este post Davichini, que la gente descubriera el genocidio camboyano, porque me da la impresión de que los más jovenes ni saben que existió. Y ha sido de los más crueles que ha habido nunca.

    Un beso (con luz y taquigrafos)

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  20. Alforte, yo aún tengo un puntito de esperanza de algún día está cosas dejen de pasar y el hombre pueda vivir en paz. Y es que soy un idealista utópico.

    Un beso (soñador)

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  21. Estoy de acuerdo Uno. Dale poder omnimodo a la persona más virtuosa y acabará convirtiéndose en el peor dictador. Ya lo sabían los romanos que colocaban dos cónsules a la para para que se contrarestasen y que limitaban el mandato de los dictadores.

    Un beso (porque no olvido)

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  22. Es que el genocidio de Pol Pot parece que ha desaparecido de la historia Chris. Nadie habla de él ni lo recuerda practicamente, a pesar de que pasó hace no mucho tiempo. Yo solo he contado un pequeño trozo de esa monstruosidad. Pero el genocidio se extendió por todo el país. Se calcula que murieron casi dos millones de personas. Merecen un recuerdo.

    Un beso (aterrador)

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  23. Que mal cuerpo se me ha quedado después de ver las fotos e imaginarme el infierno que tuvo que vivir para los que padecieron esa condena.

    Nunca entenderé esa falta de escrúpulos y la fríaladad de esos asesinos... Horrible!!!!

    Un beso

    UT

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  24. El tango es en esencia pesimista y nostálgico Luckitas, pero yo me he propuesto ser optimista (nostálgico ya soy jejeje) así que prefiero creer que a veces al mundo si le importa aunque no siempre lo haga por amor.

    Loco ,por seguir
    tras de la ilusión
    me olvidé del corazón,
    buscando en el placer del beso fácil
    la forma de embriagar el sentido del amor.

    Un beso (tanguista)

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  25. Y es que a veces los animales son mucho más humanos que nosotros mismos Juancito.

    Un beso (y un lametón)

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  26. Y eso Ut que no me he recreado en los cuadros con torturas o primeros planos de las fotos de los cadaveres, porque había cada imagen tan brutal que no concibes como alguien fue capaz de hacerle eso a otra persona.

    Lo que ocurrió en esa prisión fue de lo más horrible que ha ocurrido por su afán de causar dolor a las victimas. Fue un régimen enloquecido que creía que casi todo el mundo era enemigo.

    Un beso (indoloro)

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  27. Impresionante y conmovedor.
    Hace poco en la televisión alguien decía que si uno piensa realmente en lo que pasa en el mundo, no es posible ser feliz.
    Cuando leo la barbarie con que los antiguos asirios castigaban a sus prisioneros y la comparo con la actual barbarie, me doy cuenta de que esto no va a cambiar nunca.
    Menos mal que está ese bálsamo curativo que es la risa de los niños.

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  28. A lo largo de la historia las barbaridades que ha sido capaz de inventar el ser humano para dañar a sus semejantes han sido infinitas. Tal como dices Dany, los asirios desmembraban y colgaban las cabezas de sus enemigos. Tepes hizo empalar a 23.000 turcos y los mongoles arrasaron ciudades enteras.

    Parecía que la civilización acabaría con esas prácticas, pero el siglo XX nos ha traído el genocidio armenio, los nazis, el régimen de Pol Pot y las matanzas Hutus entre otras.

    Mirando a los niños siempre pienso que quizás ellos si lo consigan.

    Un beso (histórico)

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  29. Pero cari, no puedo entender tu fascinación por estos sitios,... no fue en tu blog donde leí unos post tb. sobre un campo de concentración donde tb. se te encogía el corazón? pues ya lo debes tener bien encogidito... que horror.

    Ya algo había leído sobre esa locura. Lo curioso de estas situaciones es que la locura no parece afectar a una sola persona, sino a todo un pueblo, asi la triste conclusion es que todos en un momento dado podemos ser víctimas y, lo más triste, torturadores, ay.

    Bezos.

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  30. No es fascinación Thiago sino que para entender muchas cosas y saber porque un pueblo vive como vive hay que conocer lo bueno y lo malo. Y lo de Pol Pot fue hace muy poco tiempo. La mayor parte de los camboyanos actuales lo sufrieron ellos mismos o sus padres.

    Y recuerdas bien. Ese post fue sobre Auschwitz. Y cada vez que pienso en ello me sobrecojo. Perdo dicen que los que no conocen la historia están condenados a repetirla. Yo aporto mi pequeño grano de arena para que no se repita.

    Lo que comentas de la locura colectiva es lo que más miedo me da a mi. ¿Cómo es posible que algo así dure y se sume más gente a la barbarie? Hay que enseñar a la gente. Educarla para que no vuelva a pasar.

    Un beso (para la historia)

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  31. A mi como has contado los primeros pasos en ese sitio me ha recordado mucho a la barbarie que narra Solzhenitsyn en el "Archipiélago Gulag", puedo hacerme una idea de la dureza, y más, si tengo en mente también imágenes de algunas de las cosas que hacía la dictadura de Pinochet y que un día vi publicadas en una revista...

    Bicos Ricos

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  32. El punto de partida es el mismo en los gulag que en la prisión de Tuol Sleng Pimpf. Los dos quieren quebrar la voluntad de las personas. La diferencia está en que, si no recuerdo mal, en la siberia de Solzhenitsyn lo que buscan es "reeducar" a los presos, mientras que aqui si entrabas sólo salías muerto. Quizá la diferencia es pequeña porque en ese proceso de "reeducación" morían muchos, pero al menos había esperanza. Aquí ninguna.

    No he visto nunca imagenes de las torturas de Pinochet, pero sí de sus "colegas" argentinos, así que imagino que serían parecidas. Curiosamente tanto en Argentina, como en Chile, como en Camboya se dieron estas dictaduras a la vez. Parece que la barbarie se contagia.

    Un beso (para todas la víctimas)

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  33. Fue aún más horrible por imbécil y arbitrario. Tras acabar con todos los "intelectuales", persiguieron a los que tenían algún tipo de estudio, seguidos de los que sabían leer y cuando ya no quedaron más antirrevolucionarios la emprendieron con los que llevaban gafas. Han dejado un país que trata de salir adelante pero en el que aún pasan cosas como ésta:

    Me asombro de que siendo que conducen por la derecha tengan también el volante a ese lado en muchos de los vehículos que circulan, entre ellos el todoterreno en el que vamos. Pregunto. La respuesta del guía es: porque los compramos de los que roban en la frontera de Tailandia.

    Me asombro: ¿pero los compráis sabiéndolo? (pánfila de mí) y el guía me responde: hombre, es difícil no saberlo, con el rato que cuesta a veces limpiar la sangre.

    ¿La sangre? (y dale, si somos idiotas los del 1er mundo, no paro hasta que me dice que habitualmente matan al conductor de un tiro mientras aún está al volante y se ahorran discutir.

    (Escandalizada) ¿Y la policía? ¿No dice nada la policía cuando ve un coche con matrícula tailandesa (me he fijado que no se han molestado ni en cambiarla) y el volante a la derecha?

    Y entonces es cuando el guía me señala el coche de la policía y me fijo en la matrícula y en a qué lado lleva el volante...

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  34. Felicidades Ronronia, tu historia sobre los coches refleja muy bien las diferencias de mentalidad que podemos encontrar entre los paises del tercer mundo y nuestro "idílico" edén primermundista. Muchas veces no somos conscientes de lo diferente que es nuestra vida y de que nuestros "problemas" no son más que estupideces de niños ricos comparados con los que tienen por allí.

    El régimen de Pol Pot acabó con toda la clase intelectual del país pensando que esa élite educada era la culpable de la pobreza, llegando a los extremos esperpénticos de los que hablas, de considerar intelectual al que simplemente llevaba gafas. Y una vez empezada la purga ya no pudieron ni supieron parar, porque todo el mundo bajo tortura denunciaba a alguien aunque fuese la mejor persona del mundo, y esta a su vez a otra, y otra, y otra, en una serie sin final.

    Me alegro verte por aquí de nuevo compartiendo tus historias.

    Un beso (con gafas)

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  35. Dios! ¡qué horror!
    Y... ¡qué monstruosa puede llegar a ser la humanidad!
    Son estas cosas las que nos piden que una justicia divina se encargue de ajustar las cuentas a estos monstruos satanizados.
    Increible!

    Besos, Parme.

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  36. La crueldad de los hombres puede llegar a extremos impensables Angel. Cuando parece que ya hemos alcanzado la cota máxima de horror posible siempre aparece otro que es capaz de superarlo ampliamentente.

    Por desgracia la mayoría de los causantes de este horror no han sufrido el castigo todavía y alguno, como Pol Pot, ha muerto en la cama sin haber sido juzgado. No sé si habrá justicia divina, pero la humana tiene muchas deficiencias.

    Un beso (pesaroso)

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