martes, 8 de junio de 2010

Mi hermano



Estuve toda la semana nervioso porque mi hermana iba a venir el viernes a casa y tendría que dar la cara por fin. Los días pasaban y yo cada vez estaba más nervioso. Imaginaba la escena una y otra vez. Pensaba en cómo se lo iba a decir. Si de golpe nada más entrar (hola, mira que te he hecho venir porque soy gay) o si se lo iba a insinuar para que sacase sus conclusiones.

Aún estaba con esas disquisiciones mentales cuando el jueves sonó el teléfono y mi hermana me dijo que no podría venir, que a mi sobrina la habían elegido para una función del colegio y que tenía que acudir a la representación. Le respondí que no importaba, que no era urgente, pero nada más colgar noté como la tensión acumulada durante toda la semana se escapaba por mis poros. Me senté en el sofá y me quedé mirando el televisor apagado.

Pasé el fin de semana en casa, sin hacer nada. Después de la angustia de la semana, la frustración me convirtió en un inválido emocional. A ratos miraba por la ventana viendo pasar la gente y pensando si alguno de ellos escondería algo que quisiera confesar. Los miraba pero solo veía caras felices. Veía parejas sonriéndose y niños jugando. Ninguno parecía tener ningún problema. Vivían en un mundo perfecto.

El lunes fui a trabajar como todos los días. Con mi mejor cara y dispuesto a ser el más simpático de los compañeros. Participé en las bromas y reí los chistes. Acudí a las reuniones y aporté soluciones. Todo perfecto, salvo que por dentro estaba vacío.

Y entonces me llamó mi hermano para decirme que a la salida del trabajo pasaría por mi casa para hablar conmigo. Me preguntó si le podía adelantar el tema para ganar tiempo. Le dije que no, que no podía hablar en ese momento, que luego se lo contaba, pero que no era importante. Lo dije para que no se preocupara, pero el que estaba preocupado era yo. Me cogió por sorpresa que viniese esa tarde. No estaba preparado. Pensaba que vendría el fin de semana o así. Pero no ahora.

No había preparado nada, ni había previsto como hacerlo. No sabía como afrontarlo. Empecé a pensar si no sería mejor buscar alguna excusa y decirle que no viniera, o qué le podría contar en lugar de decirle la verdad. Empecé a sudar y me fui a casa corriendo. Quedaba menos de una hora para que llegase y no sabía ni como empezar.

Mi hermano tiene tres años menos que yo y es el más pragmático de la familia. No nos parecemos en nada, ni en caracter, ni en el físico. Somos tan diferentes que nadie se cree que somos hermanos. Y aunque me saque un palmo de altura para mi siempre será "el pequeño".

Llegó a su hora, como siempre, muy puntual.  Entró en casa y me preguntó directamente sobre que quería hablar. Es muy directo y siempre va al grano. Nos sentamos enfrentados en los sofás y empecé a hablar. O al menos lo intenté. Empecé a divagar. A darle vueltas a las frases. A marear la perdiz. Le dije que quería contarle algo. Que hacía tiempo que lo quería hacer. Que para mi era importante. Que nunca encontraba el momento. Un montón de frases rodeando la verdad. Le daba vueltas y vueltas a las palabras y alargaba los razonamientos. Todo para no enfrentarme al momento decisivo.

Mi trampa era perfecta. Yo la había creado y no podía escapar de ella.

Entonces me interrumpió y me dijo que no sabía lo que le iba a decir pero que fuese lo que fuese que no iba a cambiar nada, que eramos hermanos y que lo seguiríamos siendo después. Noté como la emoción recorría todo mi cuerpo. La sangre fluyó a borbotones dentro de mí y me congestionó la cara. Se me hizo un nudo en la garganta y casí me eche a llorar. Abrí la boca para respirar y contener las emociones. Y entonces se lo dije: Soy gay.

Sonrió. Simplemente sonrió. Estuvimos hablando durante una hora. Y me dijo que le parecía bien. Que tenía varios amigos homosexuales y que a su boda había ido una pareja gay que se iba a casar pronto.  Para él era más normal que para mi. Yo era el que no había conocido gays antes, no él. Me pidió permiso para contárselo a su mujer y le dije que sí, por supuesto, pero que no se lo dijera a nadie más de momento.

Se fue a su casa y cuando cerré la puerta me invadió una oleada de emociones. Estaba agotado pero a punto de explotar. Era una mezcla entre rabía contenida y alegría. Mi cuerpo no sabía muy bien que hacer y me senté en el sofá a rememorar el momento.

Lo había hecho. Al fin.

38 comentarios:

  1. Buenoooooo, genial!! un pasito más, las cosas salen cuando menos las esperas, las situaciones preparadas no acostumbran a salir, el destino siempre nos sorprende, jajajaj.

    Besazos esperanzados!!!

    ResponderEliminar
  2. Si, fue genial davichini... lo imaginé de muchas maneras, pero nunca así... y es que mi imaginación no da para tanto jajaja

    Un beso (imaginativo)

    ResponderEliminar
  3. Y a que si siente uno bien???? bua, es una explosión de sentimientos, de risas flojas, de sonrisas tontas, de emoción, ganas de llorar de reír, de dar saltos, de gritar.. ufff, una pasada.... Yo cuando pensaba en decirlo me venían a la cabeza infinidad de cosas, como decir "¿nunca te has imaginado por qué no he tenido novias?" o cosas así, siempre sin soltar la palabra GAY que se me hacía muy grande, pero un día lo solté, no fue así, pero sea como sea, fuera como fuera, lo dije, al igual que tu, y que a gusto te quedas, verdad? bueno, me alegro mucho. El peso que te quitaste de encima, mereció la pena.

    Un beso cielo

    ResponderEliminar
  4. Hola Parmenio,

    Te darías cuenta de que no era para tanto, no? Me alegro un montón por ti. Ya te dije que un familiar siempre te aconsejará mejor que un amigo. Bueno, que eso, que me alegro.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. Holas, vengo por aquí muy humildemente para saber cuanto tengo que pagar por los derechos de autor por la frase, y a preguntarte si me los puedes alquilar en vez de vender que soy estudiante y no me da el presupuesto para más... jajaja

    Bueno, y de paso me he leído el post (cotilla que es uno) creo que hablarlo con la familia es lo más difícil de todo, en mi caso los rumores hablaron por si solos y yo solo tuve que confirmar... pero, al final es más natural de lo que nosotros nos creemos...

    Un beso (de un estudiante estresado)

    ResponderEliminar
  6. Es verdad Alex. Haces lo que sea con tal de no decir la palabra maldita. Le buscas la vuelta o intentas que sean ellos los que la digan pero tu no puedes. Se te hace un nudo en la lengua.

    Y cuando lo sueltas es una sensación extraña porque es como si me hubiese metido un chute de adrenalina. Estaba a punto de explotar de emociones contrapuestas. Fue impresionante... pero agotador.

    Un beso (explosivo)

    ResponderEliminar
  7. Bufff Jorge, a mi me sigue pareciendo algo dificilísimo de decir. Me cuesta horrores. El día que sea capaz de decirlo con naturalidad consideraré que por fin he terminado esta transición hetero-gay.

    Un beso (en tránsito)

    ResponderEliminar
  8. jajaja bienvenido por aquí Sergio. Te voy a hacer un leasing gratuíto por la frase y al cabo de cinco años si aún la estás usando me invitas a una caña ;)

    Y más que ser cotilla tu, lo que soy ahora es un exhibicionista emocional. Decirlo a mi hermano fue una de las decisiones más difíciles que tomé y como escribí en el post anterior, tuve que autoengañarme para atreverme a hacerlo. Ojala me lo hubiesen preguntado. Todo habría sido más fácil, pero nunca lo han hecho, así que me toca a mi tomar la iniciativa.

    Un beso (de un ex-estudiante estresado también)

    ResponderEliminar
  9. ME ALEGRO TANTO!!!! Todo salió bien, después de tanta tensión, de tantos miedos, de tantas horas de preocupación y sin dormir..... no sabes lo orgulloso que me siento de tí.

    Creo que a partir de ese momento habrá un antes y un después, estoy totalmente convencido. Tu "secreto" está dejando de serlo y poco a poco podrás hacer una vida "normal" sin tener que esconderte.

    Un abrazo y enhorabuena!

    UT

    ResponderEliminar
  10. No sabes lo que me alegro de que saliera tan bien la cosa, si es que la normalidad debe salir de nosotros mismos para poder transmitírsela a los demás. :)

    Un besazo.

    ResponderEliminar
  11. Muchas gracias UT, se que te alegras de corazón. Es dificil describir todo lo que sentí ese día. Las horas que he pasado sin dormir agarrado a la almohada no las conoce nadie. Y eso está empezando a cambiar. Ese punto de inflexión se dió en menos de un mes con la confesión involuntaria a Nathan y la voluntaria a mi hermano.

    Sigo avanzando poco a poco, que aún queda mucho trecho por recorrer, pero aquello fue el principio de un camino.

    Un beso (y una ventana abierta)

    ResponderEliminar
  12. Muchas gracias Christian. Tienes toda la razón, primero debo normalizarme a mi mismo para poder convencer a los demás de que es lo más normal del mundo. Y a mi me falta todavía un poco para perder el miedo.

    Un beso (miedoso)

    ResponderEliminar
  13. Eh yo tambbién me alegro un madral (mucho) que las cosas, aunque no fuera como uno planeara, saliera bien, aceptación y cariño. Pos eso, estoy contento por ti. ¿como te sientes ahora?

    ResponderEliminar
  14. Gracias Pancho. Por más que lo intento las cosas nunca salen como yo planéo jajaja... pero al menos esta vez salieron bien... y eso después de tanta tensión se agradece. Ahora tengo ganas de seguir adelante y seguir intentándolo con otras personas.

    Un beso (saltándose la planificación)

    ResponderEliminar
  15. Uhmmm, pues enhorabuena por el tremendo paso dado, supongo que esta vez lo celebrarías con el televisor encendido no?? Luego... veías caras desconocidas totalmente felices? Sin nada que ocultar?? Todos tenemos secretos, cari, algunos más fuertes que otros, algunos minimizamos los que tenemos y otros se dedican a contar aquellos que sabemos, pero con la excepción de los niños... el resto escondemos algo. Yo me alegro de que tu trampa saliese como tiene que salir, ya en el S.XXI, a tu hermano solo le faltó la respuesta típica "ya lo sabía desde hacía tiempo, lo intuía". Jejeje

    Bicos ricos

    ResponderEliminar
  16. Me alegro mucho del paso que has dado, a mi también se me ponía un poco por delante decírselo a una de mis hermanas que vivía fuera pero la verdad que, por sospechas, fue más confirmar que contar. También fue muy emotivo. Cuando te des cuenta lo verás desde el tiempo como algo que no era para tanto ;))

    Un beso

    ResponderEliminar
  17. sobra decir lo mucho que me alegra que te haya salido así de bien (aunque lo pasaras tan mal mientras)
    Lo importante ahora es que no estas solo con tu secreto. Tener el apoyo familiar en un asunto así, alguien que te tratará con naturalidad te ayudará mucho a enfrentar el resto del mundo. No sé como puede ser con tu hermana (la mía fue la última con la que lo hablé... por miedo a su reacción-aunque luego salió muy bien), espero que igual de bien... aunque seguro que tener ya uno a tu lado hará que las cosas fluyan mucho mejor.
    Enhorabuena por este paso y que siga asi :-)
    Un beso (de familia)

    ResponderEliminar
  18. Bueno, yo creo que a veces hacemos montañas de este tipo de cosas. Me alegro por ti que hayas tomado la decisión si eso te ha dado calma y seguridad y si era eso lo que querías. Sin embargo creo que también existe la otra posibilidad de vivirlo si tener que decirlo. Creo que igual que un heterosexual no lo va pregonando, la verdadera normalidad será cuando un homosexual no tenga que decirlo, sino vivirlo sin mayores problemas.
    Pero, no obstante, enhorabuena si era eso lo que querías.

    ResponderEliminar
  19. Pues no encendí el televisor Pimpf jajaja bastantes imágenes tenía dentro de mi como para ver las que emitían en ese momento... Necesité un rato para asimilar lo que había pasado.

    Probablemente mucha gente vive con sus secretos ocultos. La diferencia estriba en que pueden convivir con ellos sin que les afecte a sus vidas y yo no podía. En realidad sigo sin poder. Es una cosa que me sigue doliendo. No lo puedo evitar.

    Y no, a mi hermano ni se le había pasado por la cabeza que yo pudiese ser gay. Fue una sorpresa para él, pero una mini sorpresa. No se lo esperaba pero tampoco le importó.

    Y es que soy el mejor poníendome trampas a mi mismo ;)

    Un beso (trampero)

    ResponderEliminar
  20. Pues yo sigo temblando cada vez que recuerdo el momento 30ñerogay. Tenía el corazón a mil y la cabeza a punto de estallar. A lo mejor dentro de unos años me río de lo ingenuo que puedo ser, pero de momento aún me emociono.

    Un beso (tembloroso)

    ResponderEliminar
  21. La verdad es que compartirlo con alguien es algo que libera Adrianos, aunque sólo sea un poquito. Es una pequeña válvula de escape.

    El hablar con mi hermano me dio un punto donde apoyarme en la familia por si lo necesitaba. Con mi hermana... ya lo contaré...

    Un beso (fraternal)

    ResponderEliminar
  22. Tienes razón Rubén. No deberíamos tener necesidad de pregonarlo y que fuese tan natural como para los heterosexuales. El problema soy yo mismo. Soy yo el que no puedo vivir así. Necesito contarlo. Necesito sacarlo de mi. Supongo que es una reacción psicológica a 40 años de autorepresión mental. Así que me toca hacerlo... quiera o no.

    Un beso (psicológico)

    ResponderEliminar
  23. jaja pues si tienes que esperar 5 años para la caña va a caducar... jaja gracias, esa ya forma parte de mi colección. Beso

    ResponderEliminar
  24. Noooooo, que lo que te pediré será un cerveza de abadía bien fuerte y amarga, y estará todavía fermentando cuando llegue ese momento... jajaja

    El día que inagures públicamente tu colección me avisas que quiero mis quince minutos de fama Warholianos ;)

    Un beso (famosete)

    ResponderEliminar
  25. BIIIIIIIEEEEENNNN YUUUUUPIIIIII, el primer paso es el que más cuesta...y ya has podido comprobar que bien, y lo mejor es que a partir de ese momento puedes mostrarte con naturalidad a tu hermano, tal y como eres y poder hablar con sinceridad de como estás, de si te has ilusionado con tal o cual chico :-)
    Me alegro por ti. Enhorabuena!!!
    Joy Kisses

    ResponderEliminar
  26. jaaj que bien, cari, lo único que siento es que ahora ya no tengo motivo para hacerte mis poesías, ajaj Siempre pasa igual, la gente se lo toma mejor de lo que esperamos, si ahora lo gay está de moda, jaja

    pero tu no estuviste en la boda de tu hermano? no viste la pareja gay? cari, tu tenías el radar gay estropeado, ajaja


    Bezos.

    ResponderEliminar
  27. Costó, costó mucho Alforte, pero ahora puedo hablar con él sin miedo... o lo haré cuando tenga un chico del que hablar jajaja

    Nunca he sido de hablar de mis ligues, pero una cosa es ser reservado y otra no poder decirlo si quiero. Y ahora puedo decidir hacerlo o no. Y eso es una maravilla.

    Un beso (con elección)

    ResponderEliminar
  28. Tienes permiso para hacerme todas las poesías que quieras Thiago... si hace falta me hago incluso bi para que tengas más rango jajaja

    Estuve en la boda de mi hermano, pero la verdad es que no los vi como pareja... fueron muy discretos. Estaban en una mesa de amigos de mi hermano y no me di cuenta. Además en esa boda aún me faltaban tres meses para convertirme en gay jajaja... y mi radar no es que no funcionara entonces... es que sigue sin funcionar...ha venido defectuoso de fábrica.

    Un beso (por ultrasonidos)

    ResponderEliminar
  29. Sonrió. Simplemente sonrió.

    Que Bello! que lindo, de verdad, me alegra mucho su reaccion, y me alegro mucho por ti, porque todavia recuerdo haber esperaado q mi mejor amiga, me gritase y me dijera q era un anormal, cuando su expresion fue verme como quien entiende el dolor ajeno, abrazarme, y decirme que ella siempre seguiria siendo mi mejor amiga, pasara lo que pasara, y que igualmente me veia como un Hermano, tb me confeso q mucho tiempo antes yo le habia gustado hehe, me lo dijo en ese momento para hacerme reir, y me paso sus dedos por debajo de mis ojos limpiandome las lagrimas.

    VIva la Tolerancia y el Respeto! :D

    ResponderEliminar
  30. Que bonito lo que cuentas de tu amiga enunmomentorespiro. Ella supo comportarse de la forma adecuando en un momento en que lo necesitabas. Esa sonrísa que seguro que te saco se llevó con ella toda tu tensión.

    Un beso (y una lágrima)

    ResponderEliminar
  31. Empecé a leer tu post de "las pequeñas alegrías", ese me llevó a "el padrino" y he terminado dejándote aquí mi comentario que es el resultado de la lectura de los tres...bueno, la verdad no me cuesta nada ponerme en tu situación, yo tengo a mi madre y dos hermanos y aunque muchas veces he pensado en lo que sería decirles cual es mi auténtica orientación sexual, al final nunca me he decidido a hacerlo. ¿Porqué? Pues no sé si son formas de justificar mi cobardía o si en realidad "me las creo": en un principio, me decía que no me era necesario hacerlo, que para conocerme a mi tal cual soy no es imprescindible conocer cuales son mis preferencias sexuales al igual que no es necesario saber si prefiero el chocolate blanco o el chocolate negro, me decía que en realidad todos, empezando por yo mismo, dramatizamos en exceso algo tan simple como el sexo y que yo como persona era mucho más que con quien me acuesto...
    ...la segunda razón era que no había nadie en mi vida que me resultase lo suficientemente significativo como para tener que "presentárselo" a mi familia, y que si pasaba por ese trago tendría que ser por alguien que me importase de veras, porque entonces esa relación sí que sería imprescindible conocerla para conocerme a mi mismo, para que los que me rodean y a los que quiero supiesen quien soy en realidad. Como ves, le di muchísimas vueltas a este asunto ¡y se las sigo dando!...
    No sé si en esto hay una postura correcta o nada más cada uno debe hacer lo que su corazón le diga que debe hacer, pienso que en esto como en todo no hay leyes generales y cada caso y cada persona es un mundo y debe vivir su realidad como le parece mejor y le haga feliz. Yo no sentí hasta ahora la necesidad de decirle nada mi familia sobre este tema. Cuando mi padre murió hace cuatro años, me pregunté si era justo el que él se fuese sin haber sabido quien era yo en realidad, y lo que podría estar pensando si hay un "más-allá" y me está viendo vivir mi vida. Y si me gustaría irme yo o ver marcharse a mi madre y mis hermanos sin que ellos supiesen esto, si tiene tanta importancia como para que deban saberlo, si tiene tanta importancia para mi ahora como para sentir que debo compartirlo...
    ...como ves, no te digo nada en concreto, nada más he reflexionado contigo "en voz alta" sobre este asunto que creo pienso más de lo que me quiero reconocer a mi mismo...
    Un abrazo, y gracias por compartir, siempre, de esta manera tan íntima.

    ResponderEliminar
  32. Esa mania mía de poner referencia a post antiguos para que el que no los leyó en su momento no se encuentre perdido, hará algún día que para leer lo último que publique sea necesario leer 826 entradas anteriores jajaja. Muchas gracias por molestarte en hacerlo un-angel.

    Tus razonamientos sobre si se debe o no contar nuestra situación y como es nuestra sexualidad son bastante parecidos a los míos. Aunque nuestras conclusiones son diferentes. Probablemente porque nuestras edades y vidas son diferentes también.

    Yo sufrí un tremendo shock cuando admití que era gay y fui consciente de todo lo que me había perdido. Esa idea martilleaba mi cabeza y me exigia no perder más tiempo hasta el punto de llegar a ser obsesivo. Necesitaba decirlo y empezar a vivir mi vida a partir de ese momento. Y aún estoy en ello.

    Empecé por mis hermanos porque consideré que eran los primeros que debían saberlo, y he continuado con algunos amigos. Aún falta mucho hasta que normalice mi vida y no tenga miedo de ser como soy.

    La otra opción era esperar a tener a alguien, pero vista mi situación mental y anímica pensé que aún sería peor tener que afrontar las dos cosas a la vez.

    Si fuese más joven a lo mejor no tendría tanta necesidad ni el tiempo me apremiase, pero a mi edad cada minuto me hace daño.

    Como ves no hay una única respuesta sino tantas como personas. Cada uno lo siente de una forma diferente y lo encara como puede y necesita. Yo no puedo decirte si una postura es mejor o no, lo que puedo hacer es contarte la mía para que la contemples como una posibilidad. Nada más.

    Un beso (para compartir contigo)

    ResponderEliminar
  33. Yo tengo 42 años, cumpliré 43 en Noviembre, creo que no estamos tan distantes en lo que a edad se refiere. Luego, claro, las circunstancias personales de cada uno serán distintas, pero no puedo evitar sentirme identificado con tu situación porque para mi todo esto, ( aunque en mi interior cada una de las partes de ese "todo" estaban colocado donde están ahora hace mucho tiempo ), no empezó a rodar hasta justo eso, los 40. Aún así, nuestros entornos no son los mismos, ni nosotros somos las mismas personas, y como tú sé que no hay una fórmula mágica que valga para todo el mundo, pero el hacer esto, hablar y compartir, puede ayudar a que cada uno encuentre la suya propia, ¿verdad?
    Como curiosidad te diré que justo ayer que "hablaba" de esto contigo encontré este post en el blog de un chico venezolano que si lo lees, verás que en definitiva llega a la misma conclusión que hemos llegado nosotros. Por si te interesa, te dejo el enlace:
    http://cronicasdehefestion.blogspot.com/2010/10/ser-feliz.html
    Seguimos contemplando posibilidades, ¿de acuerdo?
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  34. Somos casí de la misma edad un-angel. Me ganas por seis meses :)

    He leído el artículo de Hefestión y estoy de acuerdo en la parte sobre que el paso más dificil es probablemente el aceptar que no eres como la mayoria y que lo que te diferencia es posible que provoque rechazo en los demás. Eso es lo más doloroso y lo que cuesta de aceptar.

    El salir o no del armario es más un tema de lo cómodo que vivas en esa situación. Yo personalmente vivo muy incómodo y necesito sacarlo de mi. Pero a la vez tengo miedo de hacerlo. Es una paradoja, lo sé, y por eso lo paso tan mal. De vez en cuando tengo las fuerzas para dar un tirón y e intentar salir de ese círculo vicioso, pero me cuesta mucho y me deja emocionalmente agotado.

    Envidio a los que se sienten tan cómodos consigo mismo que no necesitan para nada saber que los demás lo saben. Ojala tuviera esa fuerza interior, pero no la tengo. Así que sigo por mi senda, duela lo que duela.

    Un beso (senderista)

    ResponderEliminar
  35. ¡Qué pedazo de hermanos/as tan grandes tienes!
    Claro que sí!

    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con lo que me peleaba de niños con ellos Angel, y lo bien que han respondido de mayores cuando los he necesitado. La verdad es que tengo suerte.

      Un beso (familiar)

      Eliminar
  36. Joder tío, que me haces llorar a cada rato.

    Lo malo no es llorar, sino que no paro en un buen rato. Una mezcla de alegría por leer tus línea y tristeza por la envidia que me da el no tener esos momentos, el deseo de vivir un momento similar al tuyo.

    Por cierto, escribes maravillosamente. Lo correcto de tu léxico y sintáxis me dicen que eres una persona educada y culta. Alguien con quien debe de ser una delicia disfrutar un café o un buen cognac platicando de esto y aquello.

    Un abrazo (húmedo de tanta lágrima)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada uno tiene sus momentos David, y aunque al final lo que cuento con mi hermano salió bien, lo mal que lo pasé y lo que lloré agobiado por la situación no sé si es para envidiar.

      Que sea este comentario un pañuelo virtual para enjuagar tus lágrimas, pues no sé si alegrarme o no de provocártelas. Me hace sentir muy cerca de ti que hayas llorado conmigo, pero no quisiera que mis tribulaciones te afectaran más que a mi, pues con uno que lo haya pasado mal ya es suficiente.

      Me encantaría tomar ese café algún día contigo y hablar hasta el anochecer con una copa de cognac. Quizá algún día pueda volver a viajar y conocer tu Monterrey.

      Un beso (para recoger tus lágrimas)

      Eliminar