lunes, 9 de diciembre de 2013

Agregados a la otra realidad


Siempre he sido un lector impenitente. Aprendí a leer en casa antes de ir al colegio y mis primeras horas escolares las recuerdo leyendo las frases coloreadas que colgaban de las paredes mientras mis compañeros aprendían las letras. Vivía entonces en Barcelona y el autobús escolar tardaba cerca de una hora en llevarme a clase tras recorrer una ciudad que yo miraba fascinado desde la ventanilla. Pero la monotonía del recorrido pronto trocó mi embeleso en aburrimiento y llené esas largas horas con la lectura. Primero con unos tebeos de Mortadelo y Filemón que devoraba con fruición. Luego con una colección llamada "Joyas literarias juveniles" que adaptaba los grandes clásicos de la literatura para los ojos de un niño sediento de aventuras como yo. Y por fin los libros.

Me apunté a la biblioteca del colegio y leí prácticamente todo lo que el viejo sacerdote consideraba "apropiado para mi edad". Enid Blyton y sus libros sobre pandillas juveniles de esquema repetido llenaron mi mente de fantasía. "Los cinco", "Los siete secretos", la serie "Misterio en..." y "Aventura en..." me mantuvieron en vilo durante meses, de día y de noche. Fueron el Harry Potter de mi infancia. Luego les siguieron "Los tres investigadores", "Enciclopedia Brown" y las biografías de personajes históricos. Uno en especial desató mi fiebre por la historia: "Héroes en zapatillas". Pero recuerdo cual fue el libro que marcó mi salto de la lectura infantil a la literatura: "Los muchachos de la calle Pal" de Ferenc Molnar. Fue el primer libro con el que lloré.

Los siguientes años pasaron por mi manos infinidad de textos. Solía leer hasta tres libros por semana y nunca me cansaba. Tuve que luchar por hacerme con títulos que me estaban prohibidos y leerlos a escondidas porque no me permitían posar mi ojos sobre ellos. Cuando iba a casas de mis amigos recorría las colecciones de sus padres y les pedía a mis compañeros que me los dejaran en secreto, sin que se enterara nadie. Me miraban extrañados pero accedían. Supongo que si no hubiese sido buen deportista y bastante popular habría acabado siendo el "chico raro" de la clase.

Con trece años ya había leído los principales clásicos de la literatura y mi sed no menguaba. Cada vez seleccionaba más y eso forjó en mi un espíritu crítico que me acompaña hasta hoy. Pero ese espíritu ha sido siempre exclusivamente para mi. No soy crítico literario y aunque he recomendado libros a algunos amigos en función de sus gustos, nunca he escrito una crítica como tal. Por eso el correo de David me dejó descolocado.

A principios de abril recibí el correo de un chico de Alicante llamado David. Me presentaba su primer libro "Agregados a la otra realidad" y me pedía una reseña en el blog. Nunca lo había hecho, ni aquí ni en ningún sitio, pero tras varios correos acordamos que si el libro tenía más cosas positivas que negativas escribiría algo sobre él, advirtiéndole que diría lo que realmente pensaba de él.

No pude leerlo hasta agosto y le agradezco su paciencia conmigo. Le dije lo que pensaba en privado y me dio libertad para que escribiese lo que creyera conveniente. A pesar de ello he tardado casi tres meses en escribir esta entrada porque no sabía como enfocarla. La crítica literaria no es lo mío.

La novela transcurre en el Alicante actual y las historias de varios personajes del "ambiente" se entrecruzan con el nexo común de un local imaginario llamado "Luna Nueva". Allí conocemos a Mario, Miguel, y especialmente a Ángel y su alter ego como drag queen "La Nunox", personalmente el personaje mejor desarrollado y más interesante de la novela.

Las parejas abiertas, la promiscuidad, la noche y el alcohol, la búsqueda del amor como ideal, la inmersión en el mundo laboral y las redes sociales son sus temas principales y se entremezclan en la vida de estos veinteañeros a lo largo de toda la historia. Son temas muy cercanos a mi y que he reflejado alguna vez en el blog, y aunque no he tenido la suerte de vivir en primera persona y desde la juventud estas experiencias, las he vivido a través de los ojos de mucha gente joven que he conocido estos años.

Habituado a las novelas de corte clásico LGTB que han caído en mis manos estos años y que me han defraudado bastante, el esquema me ha parecido mucho más elaborado que la media de lo que se publica en España en las editoriales del sector, en los que prima una estructura lineal de "chico conoce a chico", se enamoran, comparten escenas tórridas y sufren por ello. La música es el hilo conductor de muchas escenas, aunque mi analfabetismo musical me ha dejado muchas veces fuera de juego al no poder discernir lo que quería indicarnos David en algunos casos. Supongo que los seguidores de Madonna y Alaska disfrutarán más que yo de estas referencias. Me ha recordado vagamente a una mezcla entre "American psycho" y "Short cuts".

La prosa es de fácil lectura, aunque para mi gusto tiende a sobreadjetivar y utilizar anglicismos en exceso que creo que no aportan nada al texto, aunque quizás sean más cercanos al lenguaje de los jóvenes de hoy en día. Tendré que modernizarme y mejorar mis "speeches" si quiero ser "nice" con mis "partners" jóvenes cuando tenga una "date".

Aunque la narración tiene altibajos y echo de menos más profundidad en algunos personajes, el conjunto es agradable. Me parece una más que digna primera novela, con todos los defectos que ello conlleva habitualmente y que todos los autores han mostrado. No es fácil plasmar a la primera lo que tienes en la cabeza en un texto elaborado. Por eso existen talleres de escritores, para aprender a pulir sus textos. Y no todos lo consiguen.

No es la mejor novela que he leído nunca por supuesto, pero comparando con otras novelas de género que se han publicado en España no termino de comprender como ha tenido David que autoeditarse. Supongo que la competencia es feroz y las editoriales no quieren correr riesgos publicando algo que se sale de lo habitual. Si te animas a escribir de nuevo David, espero que tengas más suerte la próxima vez y te den una oportunidad de llegar a un público más amplio. Valga desde aquí este pequeño granito de arena que puedo aportar yo para que los que se acerquen por aquí puedan conocerte.

Si os animáis a leerla la podéis conseguir en papel y ebook (a precio muy barato) en este enlace.

Y si queréis conocer más al autor, el alcoyano David Silvestre Valor, pasaos por su blog donde podréis también leer el primer capítulo de la novela.

Espero que la disfrutéis.