martes, 6 de octubre de 2015

Nicotina en la boca


Hoy sólo tengo nicotina en la boca y las gafas salpicadas de sal.

Creo oir susurros en mi alma y tu risa en mis oídos, pero me vuelvo y no estás.

Te veo en los resquicios y te persigo en mis recuerdos.

Esa caricia suave que siento, el reclinar reposado de tu cabeza sobre mi hombro.

Cierro los ojos y siento tu respiración junto a mi almohada.

Mi corazón vibra turbado al son de mi memoria mientras intento, por un momento, negar que ya no estás junto a mi.

Como el esclavo aterrado que no se atreve a dudar. Sin moverme, creyéndo que aún estás ahí.

Hace un mes ya que te fuiste y mis renglones están torcidos para siempre.

Hoy sólo tengo nicotina en la boca y las gafas salpicadas de sal.